LOS SAUCES, CALAFATE. DE PRESTAMISTA USURERO A GRAN SEÑOR
Tarda pero llega, no hubo desabastecimiento, aumentos de precios imputables al mismo, sobra carne, las cámaras abarrotadas y no se exporta, pero pegó en el talón de Aquiles, el corazón del régimen, “la caja mafiosa” caen las ventas, la recaudación y las exportaciones.
Debieron juntar a los mayores delincuentes económicos y corruptos empresarios con D’Elía, Pérsico y la subversión “antiimperialista” una alianza impensable. Todo coyuntural, no se sostiene. Bajaron el tono sin privarse del mensaje envenado. El motivo es desactivar el paro y el acto, negociar ni en sueños, una vez arrodillada la protesta le patearán la cabeza al que está en el suelo.
Sin las bases de productores y pueblos del interior, jamás hubiese pasado nada. Desmoralizarlas, que se sientan estafadas y abandonadas es el objetivo.
Si no pueden por “las buenas” se sacarán la careta y aparecerá la violencia, el miedo y el terror por las persecuciones legales y fiscales, las físicas serán el postre.
No resisten la falta de efectivo, todas las mentiras se les caen encima, vencimientos, tarifas, inflación, salarios; lo saben los que mandan y los que acompañan a sueldo, concesiones y subvenciones.
Únicamente no lo entienden los que no quieren ver, porque hacerlo importa adoptar una posición coherente con la realidad y eso afecta el bolsillo, los negocios y la buena vida.
Sin que nadie se lo propusiera, pasó de ser un problema sectorial a una cuestión nacional que afecta la existencia misma del país. Se juegan muy grandes intereses, ideológicos, políticos y económicos, especialmente de los parásitos que viven a costa de otros. Es desigual, pero no pasaran sobre un país de pié que enarbola la verdad.
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