noviembre 02, 2006

Lula si, Alckmin no

O dicho de otra manera, se quedó el malo y se fue el peor.
Estamos más allá de la mentira de las derechas e izquierdas; desde mediados del siglo pasado, la social democracia, siendo socialistas disfrazados, han sido mucho más nefastos que los que no usan aditamentos. Aquellos rosados, suavecitos, civilizados y estos brutos, autoritarios y primitivos; ambos apóstoles de la muerte, trabajando por la subversión del orden natural, hijos del “hombre bueno” de Voltaire.
Unos matan en silencio con anestesia, otros matan igual pero generan anticuerpos.
La vida es lucha por ser lo que se debe de ser, si se la suprime, se le quita la sal a la existencia.
¡Enhorabuena Brasil! Sigue la pelea. Vale la pena vivir la vida.
El problema más importante al momento de reemplazar a un malo, es que los que vengan tengan el mínimo de capacidad para no resultar peores, teniendo en claro que van a encontrar tierra arrasada y no se podrá dar gusto a nadie ¿Lo pensarán los candidatos, o la cuestión se limita a llegar antes que otro y después veremos?
Los ejemplos abundan ¿Cuántos demonios parecieron angelitos en un par de años, a la vista de los fracasos de sus sucesores?
¡OH demócratas demagogos! ¿Quo Vadis?

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