noviembre 20, 2006

Educación: Asociación ilícita

Pongamos las cosas en su punto: educar es formar en los valores éticos y morales, usos y costumbres que responden a tradiciones aceptadas y respetadas por generaciones, que van del comportamiento individual al social. Es un ámbito ajeno a las ciencias, artes y técnicas. De ellas se ocupa la instrucción.
La educación esta reservada al ámbito doméstico, el estado solo debe preocuparse que las escuelas, universidades y el medio ambiente en que vivimos no las destruyan y subsidiariamente dar esos valores a los jóvenes que carezcan de ellos, por fallas o desaparición del núcleo familiar.
Instrucción, es el cúmulo de conocimiento que se dan para que los jóvenes, comiencen su ascenso en el camino del conocimiento y puedan insertarse en el mundo del trabajo, sea este intelectual y técnico.
La crisis de la educación, en su verdadera acepción aparece como consecuencia de la destrucción de la familia a consecuencia de las crisis económicas, la entronización de “verdades” que impiden su existencia, destruyendo sus fundamentos y el desarraigo, en busca de mejores oportunidades que reemplaza el hábitat natural con tradiciones comunes y lleva a la convivencia de gentes de distintos niveles culturales, costumbres y educación. Murió el entorno de un vecindario rural o urbano, en el que todos se conocen por generaciones, y dónde a cada instante ante la ausencia momentánea de los padres, el vecino o pariente se ocupaba del menor y tenían la suficiente autoridad o compromiso para regañarlo ante una inconducta o potencial peligro.
Y esto no es un problema exclusivo de los sectores carenciados, afecta a todos los niveles de la sociedad de la mano del “tanto tienes tanto vales”.
Colegios, universidades y barrios exclusivos o privados se constituyen en función del patrón oro y no de la calidad de sus usuarios. Calidades que no se miden por conceptos raciales, de colores o apellidos, sino por el ejercicio cotidiano de los valores comunes. Es prudente no olvidar que los depredadores sociales y los revolucionarios se reclutan entre los sectores altos y los medios que aspiran a serlo sin que les de el cuero, de allí el resentimiento social que es la piedra basal de todo revolucionario y subversivo.
La crisis en la instrucción comienza a partir de los gobiernos que se suceden desde 1945 y particularmente sin solución de continuidad a partir de 1958 con el desguase de los principios de la Instrucción Pública, la proletarización de los docentes y la toma por asalto de escuelas, colegios y universidades por improvisados e ideólogos anarquistas, marxistas y cientificistas, apóstoles de la tolerancia a ultranza, psicobolches.
Si el docente carece de prestigio y autoridad, se exhibe como inferior o igual no puede instruir, esto es de simple sentido común.
Estos conceptos que tengo por incuestionablemente ciertos no son los que imperan en nuestro medio. Basta ver el anunciado proyecto de nueva Ley de Educación y las que la precedieron, todas por el mismo camino del fracaso. Un resultado cantado cuando se legisla sobre algo que se ignora o se ocultan los verdaderos objetivos.
Ni apelando a la ley de probabilidades se puede explicar que todos los proyectos fracasen y que la ignorancia supina sea hoy una constante, acompañada por el desinterés la irresponsabilidad y la carencia de instrucción elemental en todos los niveles.
Si reunimos maestras, psicólogos, sociólogos y psicopedagogos, bajo la conducción de los ideólogos del progresismo modernista que sólo pueden exhibir como logro la acumulación de fracasos, no queda duda que lo que denominan educación es una asociación ilícita para delinquir, destruyendo el entramado social y cultural de la Nación.
Varias generaciones de argentinos han sucumbido a esta asociación criminal, de hecho un país en que las maestras bien formadas, prácticamente excedían los requerimientos laborales convirtiéndose en mano de obra barata por el exceso de oferta, hoy sean verdaderas moscas blancas en el mundo de la docencia, transformada de una profesión de excelencia en el bastardo mundillo del mercadeo.
Quizás se aproxime el momento, cuando los gobernantes hayan terminado de aplastar toda posible oposición, que se recurra a la ya intentada solución de importar instructores y docentes, esta vez de Cuba o Venezuela, para que formen a los argentinos en los “sagrados principios de la modernidad”, quitándoles el velo de oscurantismo y barbarie que imposibilita nuestro progreso.
Los contenidos del proyecto de ley son escandalosamente impresentables, ni un solo medio ha reproducido, aunque sea sintéticamente sus principales artículos.
No voy a entrar a desmenuzar algo que está muerto antes de nacer. Públicamente solo se hace hincapié en el retorno a la antigua división de primaria y secundaria ¿Qué resuelve el cambio? Simplemente embarulla, hasta la próxima, lo que no había terminado de acomodarse. Doble escolaridad (mañana y tarde) Otra expresión de deseos, que de aplicarse el control de asistencia, dejará libre al 90% del alumnado. Escolaridad desde los 4 años para poder iniciarlos en la obligatoria enseñanza sexual no bien destetados.
De compostura, presencia, respeto y disciplina, ni noticia, es represión dicen ¿Dónde dejamos los Derechos del Niño?
En la calle están dando ejemplo de conducta los universitarios, ante la pasividad y tolerancia cómplice de Profesores y autoridades.
¡De frente, march! Al desguace nacional. Odian los uniformes pero a la hora de ordenar, no les hace sombra el más elemental general tropero.
Queda mucha tela para cortar por lo que dejo para otro día, dos cuestiones pendientes; el porque del fracaso provocado de la instrucción pública y Educación S.A. ambos directamente dirigidos a mantener sumergidos y sin futuro posible a los más humildes y aumentar el abismo entre los sectores medios y altos. ¿Que pito toca sino, un revolucionario social, en un país sin miserables, excluidos y resentidos?
Otra vez aparece la imagen del cangrejo retroprogresista y sus dos pinzas, derecha e izquierda.

Ver: www.yosipuedo.com.ar


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