La lógica diría buscar otro conchabo, el problema es que todos quieren ocupar el lugar y no hay trabajo.
No es una expresión deseos, ni un secreto médico reservado, es solo un ejercicio intelectual, casi un juego, un desafío a la reflexión.
Algo así como hacer prevención antes que enloquecerse con salvatajes. Porque no se sabe de nadie que tenga la vida comprada o que vaya a quedar para semilla.
El hombre viene golpeado, es terco, cree que sabe todo, no confía en nadie y nada hace prever que los tiempos que vienen se parezcan a la vida tranquila y controlada en una exclusiva clínica de una isla del mediterráneo. Amigos no tiene, contención familiar tampoco: TODO NEGATIVO.
Su lema es: “al enemigo ni piedad”, no está en mi ánimo contradecirlo en tan precaria situación.
En rigor no teniendo función específica no hay que preocuparse, pero que hará ruido no tengo duda; no el finado, estos no piensan ni hablan más, sino los aspirantes a sucesores.
Repare en el grado de esquizofrenia nacional: hay cientos de aspirantes a comandar una nave desarbolada y al garete, que hace agua y no puede navegar, repitiendo las órdenes del loco que la destruyó y ninguno a repararla.
Dije que era un juego; están los dados y el tablero; elija su representante, hay disponibles un guitarrero radical, un cabezón fracaso, un felpudo motonauta, un ingeniero agrónomo que regala pescado, un ingeniero inseguro, un gerente exitoso, un gordo camionero y una profesora histérica.
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Si le gustó, puede usar el mismo tablero y piezas para jugar a que “a que se hincha como una escuerzo y revienta”
¿Se imagina al ingeniero inseguro firmando decretos no positivos en medio de un zafarrancho o los bomberos debatiendo democráticamente si el fuego se apaga con agua o con nafta? A la Tupac Amarú invadiendo Tucumán o un malón mapuche tomando el puente Pueyrredón mientras los trabajadores de Pedraza defienden las vías insultándolos y tirando piedritas.
De cualquier manera, como está visto, su supervivencia no garantiza que esto no ocurra, solo que no será una cosa o la otra, será todo junto y al mismo tiempo.
¡¡¡Suerte!!!
La va a necesitar si se fía del azar; los dados y las cartas lo son. Los que juegan son punto la banca que paga, somos todos.
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