RESPONSABLES EXHIBICIONISTAS
No hay mal que por bien no venga.
Meses y años buscándolo finalmente lo encontraron y era de ellos. Ni el muerto ni la herida grave eran ingenuos inocentes que estaban en el lugar y en el momento equivocado. Tanto va el cántaro a la fuente que al final…. Hasta un idiota lo sabe.
No hay mal que por bien no venga.
Meses y años buscándolo finalmente lo encontraron y era de ellos. Ni el muerto ni la herida grave eran ingenuos inocentes que estaban en el lugar y en el momento equivocado. Tanto va el cántaro a la fuente que al final…. Hasta un idiota lo sabe.
Habrá culpas y contra culpas, versiones para cada gusto, solo faltará la verdad, que en rigor tampoco importa, todos son responsables y culpables por acción u omisión. Desde la presidente para abajo, el ejecutivo legislativo y judicial al completo, dirigentes políticos, sociales, gremiales y empresarios.
Tenía que pasar y pasó, no se pueden mantener ejércitos particulares haciendo sebo, jugar a los soldaditos y creer que se van a mirar con cariño, jugar un picado y compartir los choripanes y el tetrabrik.
Esto no viene de los sesenta los setenta o noventa viene del 45 y nadie lo desmontó, incluidos los gobiernos militares que le cebaron el lomo a los “gordos de la CGT” por temor a que la segunda línea subversiva ocupase su lugar.
Lo hizo la Libertadora, la Argentina y el Proceso. El corporativismo sindical fascista, quedó intocable acumulando poder y sumando bandidos; lógicamente resucitó cada vez más violento, cebado por la debilidad de los otros.
Es un relato personal de los hechos, sin juicio de valor, tuvimos gobiernos “de militares” que no fueron gobiernos militares. Uniformados exhibiendo discursos políticos con una lata de barniz democrático para pintar todo. Así no va, o se es o no se es, parecer no sirve, aún teniendo una corte de políticos calienta orejas, para conseguir lo que nunca pudieron o supieron hacer.
Hoy el enfrentamiento postergado vuelve a la superficie, Moyano y el sindicalismo empresario tienen los días contados. Caerán ellos, los gobiernos que los financian, la política que los usa y los empresarios que compran huelgas y conflictos en beneficio propio o para perjudicar a competidores.
La guerra civil entre canallas está a la vuelta de la esquina, cebada y condimentada por la gente seria y prudente, los del estado de derecho las instituciones y la democracia.
Ni los gobiernos del Dr. Illía o De la Rúa, durmiendo la siesta fueron más débiles que este, que no necesitará un militar, un bombero en la calle o un par de cacerolas que los saque, ni tendrán un cadete que los sostenga.
En lo inmediato presumo que todos van a recular rugiendo, nadie estaba preparado para hechos tan evidentes, se les escapó la tortuga.
El choque continuara a puro jarabe de pico, denuncias, anuncios y amenazas, quizás algunos perejiles bien picados vayan a la olla.
Con debilidad por un lado y división por la otra no se arma una batalla. No fiarse, el factor aglutinante aparece sin avisar de cualquier parte e interesados en traerlo con un país de premio no faltan.
Eso si, arremánguese porque los daños colaterales serán importantes.
No se ponga de un lado o del otro para no ser el jamón del sándwich, esta vez todos pierden.
Yo argentino; los que se enfrentan son todos invasores. Solo rezo para que se eliminen solas todas las alimañas, es un trabajito que nos excede y tengamos un recreo de paz y coherencia Al menos para recargar las pilas y que crezcan las nuevas generaciones sin aire tóxico.
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