octubre 20, 2009

NO ME GUSTA, NI ME SORPRENDE


Para quienes son lectores de esta página no es una novedad. Hoy no me gusta lo que ocurre en España con la reforma a la ley del aborto, que entre otras cosas habilita a menores de 16 años a realizarlo sin consentimiento de sus padres. Tampoco me sorprende la desinformación, conociendo el silencio absoluto de la prensa argentina que reclama el derecho de informar y calla acerca de lo ocurrido en Tucumán la semana pasada.

El domingo se realizó una masiva demostración en Madrid, el lunes ningún medio de prensa en España dio lugar en portada al hecho y todos comparten la misma información acerca de una concurrencia que insólitamente va de cinco mil a dos millones, eso que fue en Madrid y no en Andalucía que tienen fama de faroleros.
Dos millones de personas según los organizadores, un millón doscientos mil según la comunidad de Madrid hasta cincuenta mil según un moderno cuenta cabezas de la agencia EFE que panea sobre las imágenes de la concurrencia.

Me consta porque tengo información directa y comunicación semanal con los organizadores, el tremendo esfuerzo que se hizo y a la vez percibo el sutil desplazamiento del eje de la cuestión de la mano de los políticos que ni en sueños podrán convocar una marcha semejante.

El error no se combate con medias verdades, para que resulten social o políticamente correctas sino con todas las letras, que para eso los españoles se pintan solos y no tienen pelos en la lengua.
Si una menor tiene libertad o derechos es sapo de otro pozo, o los tiene para todos o para ninguno. Se es mayor o menor todo junto no de a pedazos.
Por debajo de la cuestión del aborto y de las reformas a la educación, motorizados por los mismos grupos de invertidos y subversivos, se está buscando la abolición de la patria potestad. El golpe de gracia a la familia para que el estado socialista tome su lugar casi como algo natural y conveniente. Los mensajes deben leerse completos y no entrar a discutir el titulo o la primer coma y comerse todo el garrón que viene después.

En cuanto a libertad y derechos en general la cosa es sencilla solo dos palabras que deben ir acollaradas, derechos y obligaciones, no hay unos sin los otros.

Si tiene libertad para encamarse por amor, pasión, calentura o diversión se hace cargo de las obligaciones, consecuencias, embarazo o como guste llamarlo.

Una joda no se resuelve asesinando las consecuencias. Al que quiere celeste que le cueste. Es así en todos los órdenes de la vida y a todas las edades o estamos fabricando monstruos.

El aborto y la contracepción existen desde que una mujer tuvo otras preocupaciones y/o entretenimientos que gestar y educar hijos, pretender erradicarlo es una utopía. El asesinato está penado desde Caín y nos seguimos matando; pero de allí a que el poder, los recursos y la organización del estado lo promuevan y promocionen hay un abismo.
Si entendió el mensaje, comprenderá que no me quejo de vicio.




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