La triple frontera ha sido motivo de reiterados artículos artículos, y hoy vuelve a las primeras planas casualmente con el inicio de la Nueva Conquista de América y en vísperas del nuevo incendio en Tierra Santa, que quienes tienen más información prevén entre Marzo y Agosto 07.
Es el punto donde coinciden las fronteras de Brasil, Paraguay y Argentina, zona liberada a todas las mafias del mundo; unas con más presencia que otras. Allí están la mafia china, rusa, las del cercano y medio oriente, los carteles de la droga de México y Colombia y todas las organizaciones armadas subversivas de América.
Casi un nuevo Estado sin problema de leyes ni constituciones.
Paraguay y Brasil aportan el territorio y la infraestructura comercial, el sistema financiero internacional transferencias y triangulaciones; Argentina la puerta de entrada y salida de su permeable frontera y la impunidad. Cuba y Venezuela suman las nuevas formaciones de su milicia popular asimétrica, esas “Brigadas Internacionales” que reclutan las embajadas de Venezuela, de la mano de funcionarios oficiales, legisladores y asesoras presidenciales, todos intocables. El narcotráfico y sus infinitos tentáculos con los poderes ejecutivos, legislativos, judiciales y militares, desde el inframundo de la favelas al delicado “establishment” internacional; unos en el barro, otros en los salones, todos socios, los que van por el dinero, los que van por el poder, los que van por ideas, ¿De que civilizaciones o religiones hablan?
El hilo conductor que reúne tanta alimaña no es el Islam, aunque lo usen de pantalla y que a la postre será el mayor perjudicado si es que no lo borran del mapa, es La Revolución hacia el nuevo “Orden Mundial”, en el que no tienen cabida las religiones.
Todo cubierto por un manto de “guerra de civilizaciones o de religiones” de la que se prenden los analistas desinformadores de siempre.
¿Que civilizaciones o religiones representan esta mezcolanza de ateos, capitalistas, progresistas, socialistas, marxistas y narcotraficantes? Parece que si se llama Álvarez, es un fascista católico hispano, el Abdhul Ibrahim es un fundamentalista islámico, si su nombre es Rudolph Burgmeister es un antiguo SS nazi reciclado.
El cartel del Islam es hoy el ariete para demoler nuestra civilización como ayer lo fue el III Reich y su falso enfrentamiento contra los “aliados occidentales”, que a continuación de la dura guerra, para otros, dieron un gigantesco salto en desarrollo tecnológico e industrial a la par que se destruía Europa ¿Cuál fue el saldo? El nacimiento de la Rusia potencia, que avasalló media Europa y extendió su influencia al Asia, África y América.
Curiosamente nadie menciona que los países islámicos involucrados están gobernados o controlados por socialistas ateos, que utilizan la religión como máscara; porque así como hay católicos que son ateos militantes, van a misa, comulgan, cuestionan todas las verdades de la religión y son el engendro del diablo, hay “ayathollas” que recitan el Corán , con cuernos y cola.
No hay subversivos ni terroristas buenos, son todos malos y no son de la misma familia ni profesan las mismas creencias. O dejamos las ingenuidades o un día el horizonte se dará vuelta y no sabremos dónde estamos parados.
Es el punto donde coinciden las fronteras de Brasil, Paraguay y Argentina, zona liberada a todas las mafias del mundo; unas con más presencia que otras. Allí están la mafia china, rusa, las del cercano y medio oriente, los carteles de la droga de México y Colombia y todas las organizaciones armadas subversivas de América.
Casi un nuevo Estado sin problema de leyes ni constituciones.
Paraguay y Brasil aportan el territorio y la infraestructura comercial, el sistema financiero internacional transferencias y triangulaciones; Argentina la puerta de entrada y salida de su permeable frontera y la impunidad. Cuba y Venezuela suman las nuevas formaciones de su milicia popular asimétrica, esas “Brigadas Internacionales” que reclutan las embajadas de Venezuela, de la mano de funcionarios oficiales, legisladores y asesoras presidenciales, todos intocables. El narcotráfico y sus infinitos tentáculos con los poderes ejecutivos, legislativos, judiciales y militares, desde el inframundo de la favelas al delicado “establishment” internacional; unos en el barro, otros en los salones, todos socios, los que van por el dinero, los que van por el poder, los que van por ideas, ¿De que civilizaciones o religiones hablan?
El hilo conductor que reúne tanta alimaña no es el Islam, aunque lo usen de pantalla y que a la postre será el mayor perjudicado si es que no lo borran del mapa, es La Revolución hacia el nuevo “Orden Mundial”, en el que no tienen cabida las religiones.
Todo cubierto por un manto de “guerra de civilizaciones o de religiones” de la que se prenden los analistas desinformadores de siempre.
¿Que civilizaciones o religiones representan esta mezcolanza de ateos, capitalistas, progresistas, socialistas, marxistas y narcotraficantes? Parece que si se llama Álvarez, es un fascista católico hispano, el Abdhul Ibrahim es un fundamentalista islámico, si su nombre es Rudolph Burgmeister es un antiguo SS nazi reciclado.
El cartel del Islam es hoy el ariete para demoler nuestra civilización como ayer lo fue el III Reich y su falso enfrentamiento contra los “aliados occidentales”, que a continuación de la dura guerra, para otros, dieron un gigantesco salto en desarrollo tecnológico e industrial a la par que se destruía Europa ¿Cuál fue el saldo? El nacimiento de la Rusia potencia, que avasalló media Europa y extendió su influencia al Asia, África y América.
Curiosamente nadie menciona que los países islámicos involucrados están gobernados o controlados por socialistas ateos, que utilizan la religión como máscara; porque así como hay católicos que son ateos militantes, van a misa, comulgan, cuestionan todas las verdades de la religión y son el engendro del diablo, hay “ayathollas” que recitan el Corán , con cuernos y cola.
No hay subversivos ni terroristas buenos, son todos malos y no son de la misma familia ni profesan las mismas creencias. O dejamos las ingenuidades o un día el horizonte se dará vuelta y no sabremos dónde estamos parados.
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