Creo que es lo justo, no privar a la aburrida Europa de éste espectáculo digno de la arena Romana.No se da todos los días ver juntos a representantes de “los pueblos originarios del mundo” (¿?) al decir de Morales. Al futuro Emperador de América, y a un insólito pingüino que gruñe, van hacer las delicias de los mentideros. No hay que asustarse, rugen y ladran únicamente ante las cámaras, como a todas las bestias les gusta que las soben.
Para nosotros, el verdadero espectáculo será ver a prefectos y centuriones, basureados y despreciados tantas veces hacerles el “rendez vous”. Una sesión de besamanos como aquella vergonzosa en Moscú, lamiéndole todos, las botas a Putin (mayo2005) Hoy chantajista energético (Cheney dixit).
Carece de toda trascendencia el hecho, lo que se diga o calle, son todos muy previsibles, “se los huele a la legua” y la verdad apestan. Será como todos un gratuito espectáculo para la gilada. Basta conocer dos de los temas; digo dos porque si hay algo casi imposible es enterarse del motivo de la cumbre. Narcotráfico y contaminación, dos preocupaciones de las que todos hablan porque nadie quiere resolver. Las cumbres son para pasear, comer y mostrarse, en los pasillos se hacen muy buenos negocios pero de esto no se habla, no está en la agenda oficial. Termino proponiendo una tarea para la casa, sume lector la cantidad de cumbres que hubo desde hace un año, a partir de la del G7-8 en Edimburgo y los resultados alcanzados, es asombroso. ¿Para qué existen las relaciones exteriores y los cuerpos diplomáticos? ¿Exilios V.I.P.?
Cabe reflexionar si no sería más útil que presidentes y conspicuos funcionarios se aplicaran a gobernar y solucionar problemas, que abandonaran tanta cumbre para descender al llano y ver la realidad cotidiana.
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