febrero 18, 2011

NO TODO ES MALO, ALGO ES PEOR


Sería la síntesis de una colisión de trenes, la cobertura periodística, los desmadres del gobernador de la provincia (Ferrobaires) y la utilización política del hecho por el gobierno nacional.
Comencemos por lo bueno que es para sacarse el sombrero en relación a la bastarda ordinariez cotidiana: el programa A fuego lento de Clara Mariño que le marcó línea por el resto de la noche a toda la cobertura del canal 26; serio, medido, responsable y prudente, con periodistas y noteros en los móviles y en la calle que hicieron una exhibición de profesionalismo, exactamente la inversa de los canales del multimedio, el 13 y TN; canal 10, América y el de las pelotitas.
Policías, ambulancias, médicos y hospitales se llevaron la medalla de oro; paso por alto cosas menores como hacer listas de accidentados sin ordenarlas alfabéticamente, algo comprensible si se piensa cuantas moscas blancas puede haber entre los profesionales, auxiliares o técnicos que conocen de memoria el orden del alfabeto.
La organización fue directamente proporcional a la ausencia de voluntarios rescatistas, con su uniforme de barbijos, papeles y planillas bajo el brazo y los imprescindibles guantes de latex con los que levantan heridos, remueven materiales y comen sándwich.
En la otra punta naturalmente el gobernador que no termina de entender que debiera irse a su casa y olvidarse de sus ambiciones.
Apareció de inmediato para exhibirse cuando todo funcionaba aceitadamente y para lo único que se lo precisaba era para que hubiese evitado lo que ocurrió por su desgobierno.
La motonáutica con un millonario sponsor YPF que le llenó los bolsillos inventando campeonatos mundiales que no existen le hizo perder la mano, la política le hará perder la cabeza.
Inseguridad al límite del caos, hubo más muertos fusilados por los delincuentes ese día que en el accidente; helicópteros que no aparecen, ómnibus, trenes y rutas que son titulares de cada día por los desastres que causan.
No obstante se pasó el verano mostrándose en recitales gratuitos en las playas para promocionarse con dinero del estado en vez de recorrer rutas, inspeccionar pueblos, hospitales y comisarías o visitar los talleres de la empresa provincial de trenes para verificar su correcta administración y funcionamiento. Solo sin custodias, motos, gendarmería, helicópteros ni ocupar pueblos un día antes de su llegada para que cada uno este en su lugar y todo brille.
Finalmente el gobierno nacional cuyos funcionarios brillaron por su ausencia toda la noche, incluidos los ministros delincuentes de planificación y transporte a primera hora dan una conferencia de prensa para echar leña al fuego despegándose de lo ocurrido y cargarle el fardo a la empresa provincial que es responsabilidad del vecino. ¿Cola de paja?
Finalmente alguien se apiadó de los sufridos viajantes y lo que no debiera haber bajado de cien muertos se limitó a cuatro. El detalle casi hilarante del drama fue que apenas recuperaron el último cadáver cuyo número aún se desconoce, comenzaron a desaparecer los sobrevivientes.
De inmediato dos maquinistas y una empresa ferroviaria cargan con todas las culpas. Los chivos emisarios en argentina son plaga nacional, cada uno tiene el suyo.
Independientemente de responsabilidades personales, hubo una empresa en infracción y otra que cobra subsidios cuyos vagones según los expertos que no resistió el impacto porque su material esta podrido y se arrugó como papel de lo contrario hubiese saltado por el aire. Hay remedios peores que la enfermedad
No olvidemos que en nuestro país todos los desastres responden a una misma fórmula: IRRESPONSABILIDAD + DESCONTROL + VALE TODO
Dios existe y se cansó que sufran tantos pequeños; de todas maneras como aviso basta y sobra. Lo ocurrido volverá a ocurrir con un saldo que va asustar, entonces veremos a quien le toca pagar la cuenta, porque hasta ahora siempre pagan los mismos y un poco a cada uno no le hace mal a ninguno.

Fotogalería La Nación

La culpa es del otro, nuestros trenes de cercanías el Mitre, Sarmiento, San Martin y Roca no tienen problemas, son transportes cinco estrellas.

Frenos, irresponsables y viva la pepa


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