Dos imágenes de libro. Christian Favale un ferroviario asesino, peronista nacional y popular con tatuajes en árabe y un turco montenero y liberal, traidor a todos, familia incluida, junto a un almirante libertador asesino y peronista vergonzante.
Con motivo del artículo de días atrás ¿Dónde esta la salida? Recibí un sinnúmero de pedidos de aclaración por teléfono y mail todos coincidentes en el mismo aspecto: ¿A qué peronistas y gorilas me refiero? Vaya por este medio mi respuesta a todos.
Con motivo del artículo de días atrás ¿Dónde esta la salida? Recibí un sinnúmero de pedidos de aclaración por teléfono y mail todos coincidentes en el mismo aspecto: ¿A qué peronistas y gorilas me refiero? Vaya por este medio mi respuesta a todos.
Incluyo como peronistas a los que adhirieron por distintas razones al general demagogo y su mujer extorsionadora desde el comienzo y sus descendientes que aprendieron en sus casas sin entender ni razonar a seguir siéndolo, sin detenerse a pensar que quien regala sin sacar de su bolsillo es porque se lo robó a otro. Quienes se subieron al carro a partir del 50 no son peronistas, son trepadores y ventajeros. Como si le dijera Arturo Frodizi. Una categoría sub humana que incluye a todos los que se pavonean por argentina con distintos aditamentos, incluidos los nuevos peronistas tatuados, ingenieros, motonautas, y estancieros, Herederos de industriales flor de ceibo, aprendices de políticos, dirigentes sin votos o intelectuales sin neuronas.
Los delincuentes son delincuentes, el color político ni les quita ni les suma.
En cuanto a los gorilas son un despreciable subproducto de todo cambio: los conversos, más papistas que el Papa para ocultar sus agachadas y traiciones. Hay un nombre propio que es su icono: el almirante Isaac F. Rojas, que durante años tapo de costosos regalos traídos de contrabando en buques de la Marina, para sus cumpleaños a Perón a Eva y al gobernador de Bs.As el Cnel. Vicente Aloé, somos pocos y nos conocemos, la inteligencia naval, militar y la del Estado estaban en todas partes, la gente en tiempos agitados suele hablar confidencialmente más de lo que debe, buscando amigos, cómplices o cambiar figuritas, una información por otra por si las moscas.
Allí están también cientos de oficiales y amigos beneficiados con generosas órdenes de importación de autos que en argentina no existían o participación en negociados y concesiones graciosas, son los que traicionaron el movimiento del 16 de junio del 55 motorizado por la Armada que al no tener un jefe del ejercito que diese la cara los dejaron solos con la media palabra de rigor, dejando a la aviación naval colgada del aire mientras los infantes de marina que desde el edificio Libertad salieron a tomar la Casa Rosada y el Ministerio de Ejército eran diezmados por los asesinos de la Alianza Libertadora Nacionalista con armas largas de guerra y ametralladoras de pie desde las esquinas de Sarmiento, Cangallo, Mitre y Reconquista el Banco Nación y la SIDE, lo digo porque lo vi y allí estuve a los 17 años sin poder creer lo que ocurría, uno disparando cuerpo a tierra otro arrodillado y un tercero parado, cubriéndose en la esquina y docenas de curiosos asomando la cabeza para ver que pasaba. Ni un solo policía en el micro centro para impedir el acceso a Plaza de Mayo o el bajo donde se combatía o estaba bajo el fuego de la aviación naval.
Unos convocados a defenderlo y el líder cobarde bien protegido en su bunker subterráneo del ministerio de ejército
Sabía que la armada iba a bombardear tirando las bombas por la puerta de los aviones sin ninguna precisión y con espoletas torneadas por los dentistas navales de Puerto Belgrano a ocultas, porque la marina había sido desarmada. Todo era público nada era sorpresivo pese a la censura y el cerrojo informativo, funcionó el boca a boca, comunicados mimeografiados, un encuentro en una cola o una esquina.
Al almirante Gargiulo que solo en el edificio Libertad sin poder superar tanta traición; el peso de sus hombres que mandó a la muerte en una trampa o la carnicería provocada por la convocatoria de Perón a defenderlo, estando oficialmente intimado a rendirse y renunciar o se iba a bombardear la casa de gobierno, se suicidó como cuadra a un oficial de honor. Se hundió con su barco que mandaron a pìque los canallas y traidores.
Los que demoraron con indecisiones y peros la revolución Libertadora o estuvieron a punto de hacerla fracasar en Córdoba, Mendoza y el Litoral. Los que no garantizaron la independencia de las bases de la Fuerza Aérea obligando a sus pilotos a despegar para reprimir y sublevarse en el aire sin tener aeropuertos de alternativa, tratando de llegar a la escuela de Aviación Militar de Córdoba que era intocable por la acción de Lonardi, Videla Balaguer y la escuela de artillería. En aquel episodio se acuñó en política el término de “panqueques” se daban vuelta en el aire.
Toda esta basura humana cuando triunfó la Revolución se subió al carro triunfal, les crecieron pelos de intolerancia para demostrar que “eran de la primera hora” se les aplastó la nariz y peló la cola, habían nacido los gorilas, ex peronistas vergonzantes.
De todas partes brotaron políticos fracasados sin votos e intelectuales desconocidos buscando un trampolín para saltar a la fama, ofertándose como asesores.
En ninguna parte es oro todo lo que reluce y aquí menos que en otras.
De todas partes brotaron políticos fracasados sin votos e intelectuales desconocidos buscando un trampolín para saltar a la fama, ofertándose como asesores.
En ninguna parte es oro todo lo que reluce y aquí menos que en otras.
Se que es muy difícil siendo historia reciente y en llaga viva por voluntad de pacificadores y dialoguistas, mantener el equilibrio de esta idea sobre el filo de la navaja; así y todo vale la pena intentarlo, sin pudores ni falsos respetos humanos. Si alguien sale herido por accidente, error o voluntariamente lo siento, se terminó el tiempo de eufemismos y medias tintas, SI, SI y NO, NO, al PAN, PAN y AL VINO VINO; así me lo enseñaron y así lo hago.
Solo no puede haber perdón ni olvido para los tramposos e hipócritas, que lucraron con la sangre y el futuro de los argentinos, antes y ahora.
Amigos lectores si no quedó claro, échenle agua. Si no se entendió es porque soy bruto e incapaz de comunicarme correctamente. Soy argentino y punto sin aclaraciones. Personalmente me podrá gustar más una cosa que otra, con saber que hongo es comestible y cual venenoso me basta y sobra.
Soy conciente que en las distintas situaciones que nos enfrenta la vida la gente bien nacida procede honestamente de acuerdo a sus creencia y convicciones, a su experiencia y formación y de ello pueden salir buenos o malos resultados, cuando pasa el tiempo y se repiten fracasos se demuestra que la sacrosanta igualdad no debe ser tan igualitaria, a mayores responsabilidades mayores obligaciones y menor tolerancia al error. Nadie es indispensable en ninguna parte. Váyanse a su casa, hay cientos esperando el lugar y al menos uno será mejor.
Lo que ya paso en el 55 y en el 76 volverá a pasar, porque todos aportan un bidón de nafta para que ocurra, otras caras e iguales conductas, es por eso que no está demás recordarlo, esta vez no habrá civiles y militares será sin uniformes. Militantes como se dice ahora, de un lado y del otro.
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