También es bueno, buenísimo que sean todos progresistas y de izquierda, necesariamente tendrán que eliminarse entre ellos, los absolutistas no soportan la competencia.
Bastante trabajo es tener enfrente a los zurdos, resentidos, peronistas, progresistas radicales y liberales e ignorantes culturosos modernos, para cargar con la mochila de tener detrás una derecha consolidada y traidora.
Parece según algunos que es algo preocupante en Argentina e Hispanoamérica en general, porque deja el monopolio político a una izquierda más o menos subversiva o más o menos “seria”, pero siempre disolvente y tóxica.
Ahondando en los argumentos aparece la hilacha; el hilo rojo del Revolucionario que al igual que el ateo militante que va a misa no duda en vivir como si fuese un dios todopoderoso que viene a recrear el mundo, con la economía en el centro del universo, como unidad de medida.
Izquierda y derecha solo son una monstruosa mentira de supuestos opuestos con veleidades ideológicas.
Históricamente representan solo de que lado se ubican en las asambleas. La antigua pendejada de ser el propietario del mismo lugar en la mesa.
Podrá ser curioso, pero por ello no es menos cierto que a la izquierda estaban y están todos los revolucionarios que buscan cambiar todo; poner lo de arriba abajo y lo de adelante atrás, por la sola razón que otro al que niegan lo decidió; progresistas, social demócratas, anarquistas, socialistas y comunistas y a la derecha los conservadores del sistema que los parió y los liberales que los amamantaron de críos y les dieron letra para que comenzaran a hablar.
Hoy la derecha tiene una sola bandera que comparte con la nueva izquierda capitalista; la propiedad privada, solo los distingue que para la izquierda la regula y acota el estado y a la derecha el mercado que dirigen organismos internacionales y grandes imperios. ¿Gato persa o de angora? Pues es de noche y todos son pardos.
La libertad y los derechos individuales de las personas quedan hechos jirones de un lado y del otro.
Le dirán: con lo suyo haga lo que quiera dentro del andarivel que le marca el estado o le exige el mercado.
¿Cambia algo que el amo se llame Juan, Pedro o Andrés; si el azote de cuero de rinoceronte o el yugo que lleva al cuello es el mismo?
La izquierda les quita a los ricos medio pelo para que los pobres lo sigan siendo, endeudándose y puedan consumir más lo que producen los ricos de pelo completo que son los que pagan impuestos, peajes y comisiones para mantenerlos. Porque hoy no es rico el que tiene sino el que consume, gracias a la magia del plástico y la perversión de las ideas y el idioma, de donde la consigna de la derecha e izquierda progresista de estimular el consumo es solo la cobertura de la fábrica de pobres y miserables, porque pobre ya no es el que no tiene lo que básicamente necesita sino el que no puede consumir lo que no precisa. Términos relativos que la matemática, estadísticas y las ideologías políticas han convertido en absolutos.
La derecha no le quita a nadie para que todos queden pelados creyéndose ricos mientras deben hasta el aire que respiran. No tienen solo consumen lo que desaparece como el humo, la corporación financiera internacional solo va al rescate de los estados quebrados por socialistas y liberales.
¡Créalo o no! Solo lea el diario de hoy ¿Quiénes son de derecha? Macri , los Populares de España, Sarkozy, Berlusconi.
¿Quien es la izquierda? España, Cuba, Venezuela, Brasil, Ecuador, Uruguay y Argentina o el multirracial y multicultural Obama
.¿Qué desvela a todos? Conseguir financiación, crédito y mercados para hacer buenos negocios con plata ajena.
Algunos pretenden incluso acomplejarnos con el argumento que los hispanoamericanos tenemos vocación de provincianos que se aíslan.
¡¡¡Gracias a Dios y a la Virgen!!! Los retazos de nuestra civilización grecorromana los salvaron de la perversión total los bárbaros provincianos aislados de los centros del poder y la cultura(1) Que me repugne esta civilización no me hace bárbaro, calificativo que no me asusta ni acompleja, soy independiente. Bárbaros son aquellos que emiten sonidos guturales cuyo significado no se comprende.
Lo que se piensa hay que decirlo con todas las letras o cerrar el pico, no opino para vender ni para venderme. No comercio con ideas u opiniones ni para seducir al tonto del pueblo, solo ejerzo mi libertad de ser lo que soy y decir lo que creo.
Si le gusta, pase y sírvase, si no, hay muchos otros para que le soben el lomo, y le cuenten que está todo bien y no pasa nada, porque los argentinos estamos condenados al éxito, como dijo uno que se oferta como alternativa seria porque tiene experiencia y se llama Duhalde, padre putativo entre otros de Néstor Kirchner, Aníbal y Alberto Fernández ¡¡¡Qué experiencia!!!
(1) Cultura ideológica
1 comentario:
Totalmente cierto muy cierto y es muy bueno que se lo escriba, mis felicitaciones.
Gerardo Mendioroz
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