noviembre 29, 2010

TODO PASA SI SE LE DA TIEMPO Y NO SE METE MANO

Vengo de una semana sin mail, libros, telediarios ni espacios en blanco para soñar, pensar o delirar a causa de una gripe como nunca tuve en… y tantos años de vida. Cuando cursaba infecciosas se hablaba del genio epidémico, misma enfermedad, que en épocas hacía desastres y en otras no pasaba de un catarro.
Hoy hemos caído en H1N1, virus tipo A, B y C, una ordinariez materialista que perdió el misterio y romanticismo de los genios epidémicos sin que nadie sepa mucho más, por que el que viene de los cerdos este año vendrá de las aves el próximo y el que no muta hoy lo hará mañana.

Viene el genio y a joderse con el humor que trae y siendo que no se lo ve la jeta no es posible identificarlo al tipo a simple vista.

En eso estaba el primer día sintiendo que la vida, la energía, el interes se me escapaban por algún agujero y después de recibir uno remedios que compré, cuado hacía cuentas que si estando amortizado era más inteligente comprar medicamentos legales, marca registrada para mi o pagarle un entierro digno y modesto a la cáscara que me sufre y acompaña desde que nací; cuando me vino a la memoria unas reiteradas palabras de mi madre, que sabía por simple sentido común, por ver equivocarse a profesores sabelotodo y sobretodo por haber tenido siete hijos y creer solo en Dios.
Decía los virus; (en ese entonces virus solo eran los de la hepatitis y la gripe) se curan entre dos sábanas. Toda otra virosis era “macaneo médico” Todo otro bicho agresivo eran gérmenes y microbios, con nombre propio, era preantibiótica, o se cura con sulfamida o está equivocado el diagnostico.

Sobre el fin de la gran guerra se pudieron traer de USA las primeras dosis de Chloromycetina, que lo anclaron a tierra a mi padre cuando después de pedir pista comenzaba a carretear por un tifus. Decían que por haber comido frutillas mal lavadas, que se ensañaron con el solo, pese a que todos las comimos con Jerez, como era la sana costumbre en casa, no se si por aquel sano principio higiénico que el alcohol mata todo lo malo.
Santo remedio, así fue tiempo al tiempo, ni el mundo se detuvo ni nadie se dio cuenta. Nada se arreglo ni empeoró, cuando todo arde ni se debe mirar para otro lado, ni estar más caliente que el fuego.

¿A que viene todo esto? Pues perdone, está fregado, si cree que yo lo se, solo se que quiero ir a la cama después de dos horas de estar levantado. Si puedo levantarme más tarde o me animo a salir de mi modesto Cielo, espero ser más claro.

Me levante como recién nacido, las sábanas tienen magia, pero sin ver un soto más claro que antes, si por alguna razón llegue a este antiguo pasillo de la memoria por algo será, si no buscaba nada, el que me busca me encontrará.
Se va Noviembre y habrá que volver al mundo para ver como se va el año. Ver nada más, ya está todo dicho.
Decir que no hay que no hay que estar más caliente que el fuego en un incendio, suena lindo pero no es para mi, comienzo estás últimas horas a calentar motores.

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