Cuenta la historia que cuando te persigue un faraón con todos sus carros y ejércitos es suicida enfrentarlo, lo apropiado es dividir las aguas, cruzar volver a cerrarlas y que se los trague y que cuando hay que moler el grano para hacer harina y buen pan primero hay que aventar, para separar la paja del trigo.
Pues bien, todo tiene su tiempo y llegó la hora; basta de mezclar y usar retazos viejos para hacer nuevas camisas es hora de distinguir. Está demostrado que de nada sirve sumar para hacer bulto y `presumir.
Se suelen esgrimir frases hechas de mentirosos argumentos, como que la política es el arte de lo posible y lo posible es enemigo de lo ideal. Simples hierbas y condimentos para servirle gato por liebre y que felicite al cocinero. Elevadas la frasecitas al carácter de dogma infalible inhiben de hacer o intentar lo correcto.
Hay dirigentes que no parecen tan malos como los que están, solo porque nunca tuvieron poder y oportunidad de demostrarlo. Las dos gobernaciones de Néstor Kirchner en Santa Cruz son por demás elocuentes. La transparente gestión de Macri en Socma y Sevel. Alfonsin el hijo de; hombre sin capacidad conocida, solo puede exhibir guitarreos ajenos y la innegable capacidad familiar para cambiar una rebanada de instituciones por otra de poder para su facción. De Carrió poco se puede decir, aparte que es otra que adeuda la materia selección de personal, sembradora en gobernaciones y bancas de setas venenosas y alimañas: que habla cuando no debe y cuando tendría que hacerlo calla, divide todo lo que toca y a la vez que dice blanco promueve a todos los negros para luego denostarlos. Como acaba de ocurrirle con Fellner, el presidente de diputados que le levantó la sesión porque es presidente gracias a ella.
Todos buenos patriotas a la romana: “Ubi bene,ibi patria” (donde estoy bien, allí mi patria)
Acepto que si ponemos el acento en antecedentes la oferta es inexistente, llevamos sesenta y cinco años de fracasos graves, justificados por argumentos y palabras vaciadas de contenido; los más lúcidos argentinos se han sabiamente abstenido de participar e involucrarse, por aquello que este sistema demencial exige meterse en el cajón de las manzanas podridas para echar a los gusanos.
Si alguno tuvo méritos, lamentablemente ya esta viendo crecer los rabanitos desde abajo o ya no está para estos trotes.
A todos los demás padrillos y yeguas exhibidores de currículum les llego el tiempo de retirarse al Haras para reproductores si les da el cuero o al frigorífico para hacer mortadela.
La única poco fiable garantía es que por lo general primero se dice y se hace en lo particular y privado lo que se repetirá en lo público.
Tampoco alcanzará para llenar las góndolas de mercadería pero al menos es algo para empezar y volver abrir el boliche sin fantasmas, momias, ni leche cortada.
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