Días pasados tuve oportunidad de leer en notiar.com.ar, un artículo que fue removido rápidamente, acerca de un manifiesto que un diputado holandés llevó a EEUU. No recuerdo el título, su autor ni pude guardarlo como hago habitualmente. Modelo de sermón de un falso profeta, es el título con que lo archivé en la memoria. Advertía a los americanos acerca de la penetración musulmana en Europa que se extendería a América, la proliferación de Mezquitas y la destrucción de los “valores” de occidente, sin advertir que en ese momento con el aval del gobierno de Hussein Barak Obama, se debatía la construcción de una Mezquita en la “zona Cero”.
El video que encabeza este artículo con mayor sutileza va en la misma dirección, no dice, muestra, apela a sensaciones despertando temores y pasiones.
El holandés no olvidó ningún componente; mentiras, falsos argumentos, sofismas, demonizar al otro, y callar las verdaderas causas.
Es un hecho que el vacío repugna a la naturaleza, tanto en la física, química biología o la política; quien no ocupa su espacio esta invitando al vecino que lo haga. Caída vertical de la natalidad que es consecuencia directa de la anticoncepción, aborto, hedonismo y liberalismo de costumbres que han instalado hace siglos. Reclamando inclusive una “modernización” de la Iglesia, que es la última puerta que se les opone.
Destrucción de todos los valores cristianos e incluso de los paganos indoeuropeos ¿A que llaman cultura occidental este y otros profetas que instalan la nueva contradicción entre el Islam y occidente? para luego aplastar a ambos en nombre de una síntesis superadora “Alianza de Civilizaciones” que tomara lo más perverso y corrupto de cada una. Praxis marxista en estado puro.
Si tuviese que elegir entre vivir en un occidente islámico y en este occidente de la diosa razón, la igualdad, la democracia y la hipocresía no vacilo un segundo. No voy a renegar de mi fe ni de mis costumbres, cosa bien distinta a lo que de hecho me plantea a cada instante esta tolerante y moderna civilización atea.
¿El Islam terminará siendo la herramienta de la Providencia ante nuestra claudicación en la fe? Una pregunta para pensársela.
Ocho siglos convivieron nuestros mayores en una seca península ibérica, sin mezclarse. No bautizaron moros ni renegaron o escondieron su fe. Solo se filetearon cada tanto para despuntar el vicio, desfogar calenturas o sacar patente de bravos, por alguna zancadilla o ambición desmedida de unos u otros y a continuación la inacabable cadena de venganzas y cobro de cuentas.
Moros y cristianos se hicieron por siglos entre ellos, lo mismo que se hacían con mayor ferocidad primos y hermanos astures, bizkaínos y navarros; Salazares, Mujicas, Butrones, los de Oñate y los de Gamboa; Nazaries u Omeyas como hoy Chiitas y Sunnitas.
Alternando tiempos de paz, intercambio o incluso alianzas, con otros de exterminar hasta los nonatos para que no quedara una gota de sangre que pidiera cuentas.
¿Terminamos de una vez por todas, después de milenios con tanta historieta fantástica, solo para envanecernos de ser descendientes y sucesores de héroes y triunfadores?
Si faltan iglesias y curas se bautizarán los críos y se les darán las verdades de la fe en casa, mucho más seguro que tanto catequista socializado, curas tercermundista o de la teología de la liberación. Se compartirán el pan y el vino en la mesa, la misericordia de Dios hará el resto.
Ocho siglos son casi treinta generaciones, no es moco de pavo.
Comenzamos a pararnos en dónde se debe de estar o vamos hacer los presuntuosos occidentales la del Califa de Granada llorando como mujer lo que no supo sostener como hombre.
El verdadero enemigo no es el credo islámico, son las supuestas derecha e izquierda de la gente seria del occidente que se dice cristiano; en rigor ateos militantes.
Hoy es nuestra izquierda progresista la que motoriza el avance islámico como punta de lanza contra el llamado imperialismo capitalista, sin advertir que sus “costumbres liberales, conquistas sociales y laborales volarán” como las arenas del desierto.
La cuestión no es simple porque de la misma manera que hay quintas columnas con cruz y agua bendita hay fieles del profeta que bajo el turbante esconden los cuernos.
El nazional socialismo, el fascismo y los librepensadores son los cabos que mantienen unida estas raleas, hoy todos reciclados en demócratas sociales, progresistas y modernos.
Resulta aleccionador un artículo publicado en España acerca de la ensalada mental que aqueja a europeos; sean ciudadanos clasificados por encuestas dirigidas, políticos o periodistas, con sus rígidos casilleros para definir quien es ideológicamente que cosa.
Para terminar una cuestión muy seria con una sonrisa, solo imagínese a la Cristina Kirchner con Chador y Burka mostrando únicamente sus tobillos jónicos y los ojos de víbora o a la Carla Bruni y el gabinete de niñas bonitas de Zapatero.
Inmigrantes, derechas e izquierdas en cortocircuito
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