septiembre 21, 2010

21 DE SEPTIEMBRE PRIMAVERA





Hace tiempo aprendimos que era el tiempo de renacer de la vida, florecen las plantas, nacen hojas y brotes, vuelven el sol y el cielo azul, hasta la cursilería le canta al amor que viene agotado de un frío invierno durmiendo enredados.
Hoy solo florecen las carnívoras y ponzoñosas, caen piedras de granito, retumba una avalancha y huyen las ratas.
Por primera vez desde el alba de la Organización Nacional una provincia en la letra, Territorio Nacional en los hechos, Feudo privado del señor de los ladrones en la práctica, se alza contra la Constitución y la integridad territorial del País, amparado por el ejecutivo que se coloca en estado de subversión contra la Nación.

“No designamos una nueva corte de justicia para que hiciera esto”, proclamó uno de los lenguaraces que traducen el pensamiento de los amos, nada menos que el secretario de legal y técnica del poder ejecutivo, el filtro obligado para que no se escape alguna resolución o decreto que no se atenga a normas y procedimientos.

Entre la postura “inteligente” de la Sra. Carrio de mirar para otro lado considerando que el asunto fue fabricado para redoblar alguna apuesta, los que quieren pero no saben ni pueden, se puede patear el tablero y hacer lo que nadie espera: Un pedido de juicio político a la Corte por gravísimo incumplimiento de sus funciones dejando dormir el desacato a sus fallos durante años.
No puede ser la reposición de un funcionario el objeto de una intervención, sino el juzgamiento destitución e inhabilitación de por vida del gobernador y quienes lo sostienen en su alzamiento contre la nación. Corte Suprema y Poder Ejecutivo incluido que lo toleró 15 años.
Sin duda ni una cosa ni la otra tendrán resultados, pero al menos la segunda provocará cientos de cortocircuitos y eso si que vale.
No hay que pretender frenar al que tiene más fuerza, solo esperar que tropiece o provocarlo para que se enceguezca.

En las artes marciales orientales esta el secreto, usar la fuerza del otro, el peso, la velocidad o su agilidad para vencerlo. En algún momento estará en el aire o desbalanceado e impulsado por toda la potencia de su fuerza, ése es el segundo fatal, sobran los dedos de una mano para que el monstruo se destruya con su propia fuerza.

No se le plante ni le de pelea, solo provóquelo y espere la arremetida. Apenas faltan dos meses para que a cada chancho le llegue su San Martín.


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