YO ACUSO Y ME CONDENO

¡¡¡SUBERSIVOS, COIMEROS, IGNORANTES!!!

Quiero hacerlos desaparecer

Cuando acusa al vicepresidente de no cumplir sus funciones y encabezar a los que desestabilizan al punto que le impide delegar el mando para ausentarse se deben tener probadas evidencias, hacer la correspondiente denuncia penal y solicitar su juicio político y destitución.

De lo contrario incumple los deberes de funcionario público y coloca al país al borde de la acefalía.
No consta que tenga la vida ni la salud garantizada y asegurada hasta el fin de su mandato. O se remueve al subversivo vicepresidente y se habilita la línea legal de sucesión o nos expone gratuitamente al caos.

Más que grave es gravísimo, no obstante parece que a nadie preocupa este pequeño detalle de los disparates enunciados en conferencia de prensa especial en la sede del gobierno y en ejercicio del cargo.

Que se caiga de los tacones y se rompa la crisma, amanezca torcida y paralítica, se le caiga el avión, el helicóptero o la pique alguna de las alimañas ponzoñosas que mantiene en Olivos no parece importante.

En verdad no lo es ni a nadie perjudicaría que ocurriese, el problema son las consecuencias: un salvaje enfrentamiento para dirimir una sucesión y que parezca legal y presentable en sociedad.

Los celosos guardianes de las instituciones mudos como de costumbre, solo juegan a la estrategia, la cuestión los divide, unos especulan con el vice y la sucesión, otros sin chance quieren su cabeza. (Uno menos para eliminar)

La dictadura no infló en vano al personaje que tiene tan pocas luces que no entendió que no se puede repicar las campanas y estar en la procesión; encandilado por estadísticas fabricadas y el periódico protagonismo de utilería que le regalan.

El yo acuso fue generoso, cargó contra la justicia y magistrados acusando sin dar nombres, ni denunciar formalmente de responder a intereses económicos, otro gravísimo cargo y mayor incumplimiento de sus deberes, agravado por un posible encubrimiento.
En verdad se fue de boca, los conoce a muchos porque ella les paga.

Vivimos tiempos raros, haciendo lo que nadie en el mundo ha visto o soñado ¡Que tal si nos superamos! y simples ciudadanos inician un millón de denuncias penales contra la orate como particulares damnificados por la inseguridad y los daños a los que nos expone.
Una idea, tan buena como cualquier otra.

Solo con imaginar titulares, noticieros del mundo, redes sociales y reacciones da para relajarse y reírse el resto del día.
Que seamos pobres no nos impide divertirnos y hacer el bien con poco gasto. ¡Si esto es pura joda!