enero 13, 2010

EL VIEJO CHARQUI, CESINA O TASAJO ES DELICATESSEN



Curiosas vueltas tiene la vida; esta vez de la mano de Caius Apicus no encontramos con un viejo conocido que he llegado a probar cuando tenía buenos dientes(¿sería tasajo?)

Con mejores títulos que tanto ordinario que preside naciones, se sienta en el senado o presume de magistrado, el humilde y popular charqui a escalado al lugar de las delicatessen, selectos alimentos, la aristocracia gastronómica.

La cecina es, sencillamente, una "carne salada, enjuta y seca al sol, al aire o al humo". Hoy la cecina ha reaparecido con ímpetu en nuestras charcuterías. Me alegro: me gusta mucho. Eso sí, me gusta la cecina, no el tasajo; quiero decir que no la quiero excesivamente curada. Normalmente la tomo tal cual, cortada en lonchas finas, pero no tan sutiles como las del jamón de bellota. Como a todos los ahumados, bajarle un poco los humos con un hilo de aceite virgen le viene muy bien. Ver todo en El Confidencial

Con este proteico alimento acondicionado para cruzar mares, pampas y desiertos los íberos se lanzaron cientos de veces a la mar océana para sumarle un continente al mundo y en nuestras tierras del plata civilizaron las pampas hasta que sus hijos y nietos que ya presumían de criollos (españoles de acá) enfrentaron a sus hermanos(españoles de allá): los vándalos (de vandalucía) y a los “godos invasores” a puro charqui, yerba y galleta.

La base de los pueblos es naturalmente conservadora, guardan las costumbres, los alimentos y los nombres para bautizar amigos y enemigos.
Progresista, revolucionario y subversivo es el sector medio trepador, hacia una cumbre que desconoce, de allí que su máxima es parecer antes de ser; después de haberse avergonzado y renegado de sus orígenes perdieron la identidad.

Hay regiones de la vieja Europa donde los malos siempre serán hunos, cosacos o turcos, para los iberos de infantería la peste son los francos, godos y britanos; en Italia el demonio venía de los bosques germanos.

Gastronomía, e Historia son solo huellas de un largo viaje por el mundo. Pisar, vivir y comer lo ya pisado, vivido y comido por los que nos dieron vida. La peor canallada del hombre es renegar de su origen. El castigo se cuenta por milenios.

En tanto, un buen plato de charqui, queso y galleta por esta vez cambiemos el mate por un tempranillo riojano, somos nacionales de acá y de allá es decir sin fanatismos excluyentes.
Bon apetite; que es el fino detalle que nos hace universales.

1 comentario:

María Pía Z. dijo...

¡Muy bueno! Mis felicitaciones por su capacidad de asociación.