enero 02, 2010

¡¡¡QUE VIENE EL LOBO!!!




TODOS SON LOBOS

Todos recordamos el cuento del pastor que por divertirse en medio de la noche corría dando la alarma ¡Que viene el lobo! Los vecinos saltaban de sus camas y armados salían a defender sus rebaños, una y otra vez hasta que cansados de la burla ya nadie hizo caso; cuando realmente vino el lobo se dio un festín.

Dejemos la vieja historia y vayamos a los porque. Principio de acción y reacción o de estímulo y respuesta lo llaman la física y la biología. La acción o el estímulo es el temor a un gran mal, el lobo, la natural reacción o respuesta es impedir que llegue.

Imaginemos que el lobo viene todos los días, come algunos corderos y se va. La imagen de este lobo no sería la misma que evoca el otro.

Reunidos los vecinos para encontrar una solución, el grupo de los más instruidos dijo: Es un problema sin duda, pero capaz de resolverse, dejándole algo de comida, sobándole el lomo, con palabras cariñosas, sin gritos amenazas ni olor a pólvora, a puro diálogo y consenso. La represión no sirve, se enojaran los lobos y atacaran a las personas.

Así fue todas las tardes, se juntaba la comida en la plaza y aullaban para llamar a los lobos y ofrecerles su comida.

Esta noche los chicos no tienen carne en el guiso, es para el lobo.

Anestesia e insensibilidad le llama la ciencia. El lobo sigue siendo lobo y causando daño, primero era uno, después trajo a su familia y luego amigos y parientes. Cuando empezaron a escasear los alimentos, algunos vecinos se servían la comida de los lobos que otros más trabajadores tenían que entregar, es solidaridad social, distribución de riqueza y no desfinanciar al alcalde les dijeron.
Poco a poco la aldea se empobrecía, nadie quería trabajar y esforzarse para que el producto de su esfuerzo se lo llevasen los lobos y los vagos.

Morían chicos desnutridos, comenzaron a matarse unos a otros para apoderarse de un par de zapatos un pantalón o una manta.

Los mismos vecinos que siempre se preocupan y habían propuesto dialogar con los lobos, preocupados dijeron:
–Esto tiene que terminarse estamos al borde del caos, la anarquía y la disolución de la aldea.

Otros que escuchaban preguntaron:
--Y… ¿Eso que es? Pues la ley de la selva fue la respuesta. Dieron media vuelta, levantaron los hombros y se fueron murmurando ¿cuál es la novedad?

La gente con sentido común simplemente ve, relaciona hechos, causas y efectos y toma una posición de acuerdo a sus posibilidades; otros sabihondos que viven en nubes de fantasía son incapaces de reconocer la piedra que tienen el zapato, pero elaboran complejas teorías para explicar porque les duele el pie, humedad, cambio climático, etc.

No viene el lobo, el caos, la anarquía ni la ley de la selva;YA ESTÁN.

No existen la democracia, la republica, ni las instituciones porque los contemporizadores y legalistas, se la dieron de comer a los lobos; ellos solo son depredadores que necesitan alimentarse de lo que cazan o les dan. Por eso de antiguo se dice y es cierto: la culpa no la tiene el chancho sino el que le da de comer.

No aporta ideas ni soluciones hablar o discutir sobre lo que no existe.

En este punto ¿Cómo se soluciona? Si fuese un solo lobo pues se le vuela la cabeza y a otra cosa, pero no se puede matar a todos los lobos, se han cebado, reproducido y son muchos; hay que comenzar por eliminar a los que los invitaron para que no vuelvan hacerlo. Después, si no se van, con posta lobera y a la cabeza.
NUNCA MAS GUSTAN DECIR Y ASÍ TENDRÁ QUE SER. Respetando el orden, primero los que abren la puerta y después los que entran a depredar. Los lobos al bosque, los hombres a sus aldeas, ciudades y casas.

¡Que estupidez es ésa de no discriminar, de la igualdad, los derechos para todos y las obligaciones para algunos!

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