Elecciones sin resultado: Un perdedor, ningún ganador y todo sin resolver lo que había y lo que se agrego.
Era previsible, hace una semana lo escribí y hoy es tan valido como entonces, simplemente se hizo realidad. Todos se creen ganadores. Hubo fraude preelectoral pero no alcanzó, el retoque final se intento y no pudo ser, fiscales y candidatos guardaron como soldados el recuento de los votos en todas las mesas.
La primer información del lunes fue que el electo Narváez, actual diputado en ejercicio; al salir de su casa a las 7 de la mañana, anuncio a los periodistas que ya estaba trabajando, acababa de firmar un proyecto de ley declarando la emergencia sanitaria y pidiendo la asignación de una partida de trescientos millones para controlar la epidemia de gripe. ¿Recién se entero el diputado-candidato? O esperaba ser reelecto para salir a vender espejitos de colores. La torpeza ignoró que este proyecto se superpone a los ya presentados por una diputada de la UCR capital y Pedro Azcoiti, UCR Necochea.
Decidí desenchufarme de todas las informaciones y salir a olfatear el ambiente y comprobar la sensación térmica ciudadana.
La sensación no dejaba duda, un manto de angustia cubría todo como niebla, la indefinida sensación de inseguridad y temor ante lo desconocido, ni una cara alegre ni una de pena.
Los que están en la Nomenklatura descubrieron que el régimen se cae, los que están enfrente se dieron cuenta que los últimos espasmos del monstruo serán terribles y no tienen defensa.
Terminó la elección y quedaron todos los problemas que había más muchos nuevos. Antes teníamos solo un par de tarados, ahora brotaron como hongos, todos investidos por la soberanía popular se sienten poderosos, ¡Tienen mandato!
Los electos recién podrán tener alguna iniciativa dentro de diez meses, en el próximo periodo de sesiones. Desde diciembre que asuman, hasta esa fecha solo tratarán los proyectos que el ejecutivo decida mandar. Los aprueban o se hacen cargo de “desestabilizar” al gobierno y al país; la promesa-amenaza de profundizar la gobernabilidad (¿) fue lo único concreto e incomprensible que dijo el mandamás al aceptar que en la provincia perdió por muy poquito.
Ganaron si, o les dejaron ganar la posibilidad de asociarlos al desmadre que viene. No se ha visto todo, queda mucho por ver.
Me niego a hilar fino con números, prefiero tener los dos pies en la tierra y nutrirme de realidades.
Solo tengo claro que el sacrificio de Gabriela, aún ganando, no alcanzó para salvar al Pro del derrumbe de votos causado por el desprestigio de Macri. Que en Córdoba los radicales con Mestre, defenestrados en las encuestas, llegaron segundos porque se despegaron de Carrió y Cobos arrasó en Mendoza porque Carrió se lo sacó de encima. Asimismo cargar con esa pesada mochila lo relegó tercero a Prat Gay y terceros también a los radicales con Stolbizer, naturalmente mejores para capitalizar el voto castigo de BsAs que sumó Narváez al paquetito de Solá, para creerse el elegido de los dioses.
Binner-Gustiniani bendecidos por Carrió no pudieron quebrar a Reutemann que venía en caída libre.
No todo lo que se mete en la bolsa suma, hay salvavidas de plomo.
Finalmente el día después tuvo tres postres.
Uno: Kirchner renunció a la presidencia del partido sin decir ni “mu;” si recordamos que a partir de dejar la de la Nación, siguió en ejercicio en las sombras y desbarrancó como nunca, no es para alegrarse. Los avaros prestamistas, su verdadero perfil, nunca sueltan la bolsa.
Dos: simultáneamente se conoce una conferencia de prensa de Cristina Kirchner y el precipitado regreso de Mendoza del vicepresidente, recordemos que en tiempos de Illía, casi le birla la sucesión a Guido otro que llegó antes, no es para despreciar el dato.
Tres: Conferencia de prensa barajando cifras poco menos que concluyó que habían ganado.
Un aviso para los ingenuos (¿) que esperaban autocríticas y reflexión para comenzar a dialogar.
Caminamos sobre el filo de la navaja, al ritmo de un par de descerebrados.
Ver: Hacia una elección sin resultados.
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