NO HAY PROPUESTAS, HAY ENCUESTAS

Hay un juicio unánime desde todos los ángulos: esta es una campaña sin propuestas.
Hoy la gran propuesta es la encuesta: vótenos, somos los únicos que les podemos ganar; de un lado se busca el clientelismo entre los ignorantes, del otro se enseña ignorancia cívica, valga la paradoja, a supuestos inteligentes para conseguir votos.

En verdad no veo que sea distinto a lo de siempre. Sobran propuestas sobre generalidades, todos proponen y prometen resolver los problemas de la educación, respeto por las instituciones, seguridad, justicia, incentivar la producción y una larga y coincidente lista, solo falta lo que siempre falto, como lo van hacer.

Por otra parte no me parece motivo para sorprenderse si recordamos que son elecciones legislativas y en las ultimas presidenciales, dónde si se pone en juego la orientación del gobierno escuchamos desde que con la democracia se come, se educa y se cura, al síganme que no los voy a defraudar o el que deposita dólares cobrara dólares, para coronarlo con que el cambio es profundizar lo mismo. ¡Vaya propuestas! Nadie se sorprendió ni reclamó por aquellas faltas de respeto.

La explicación quizás este, en que no se cree más en enunciados y generalidades. Se quiere saber como y cuando. De ser cierta esta interpretación no tiene remedio. Varió la sensibilidad de la opinión pública y los que viven en la burbuja no se van a enterar.

La oposición no lo sabe, ni se podrían poner de acuerdo pavos reales, hienas y ratones acerca del como y el cuando, que es lo principal y que lo secundario; el gobierno no puede decirlo porque provocaría una estampida de órdago, no lo votarían ni los perros.

Por otra parte ¿Desde cuando las propuestas, programas o plataformas son importantes; se cumplieron alguna vez? Por alguna razón los demagogos existen, tienen éxito y se reproducen como conejos desde hace milenios. Por esa sabia razón los que hicieron la Constitución del 53, exigieron que los candidatos fuesen nativos o con xx años de residencia real y efectiva. Las acotadas circunscripciones electorales, donde todos se conocen se reemplazaron por extensos territorios con anónimos escondidos en listas sábanas. Pueblo chico infierno grande.

A modo de ejemplo, recién escucho la publicidad de un candidato que dice saber sobre comercio minorista porque tuvo un supermercado; promete proponer la eliminación progresiva y total del IVA a los alimentos básicos, Sabrá el poderoso almacenero que en un país donde jamás acompañó la baja del precio de la carne en el mostrador al del kilo vivo y la baja de impuestos nunca se traslada al consumidor, su propuesta es propia de un ignorante o de muy mala entraña.

¡A que preocuparse! Para eso están los impuestos extraordinarios por única vez, las retenciones y la actualización de tasas.

Intermediarios y concentradores desde siempre fueron el cáncer del comercio; productores y consumidores, sus víctimas. No beneficiará a nadie y reducirá los ingresos del estado. Supongo que esto no le preocupa a quien es experto en gastar sin producir nada.
Primero explíqueme como va a reducir el gasto, con que recursos va a mejorar educación, justicia, seguridad y tapar tantos agujeros negros y después baje todos los impuestos.
Una cosa es bajarlos para compensar la caída del consumo y evitar el cierre de comercios minoristas y otra es macanear con un supuesto beneficio a los consumidores de alimentos básicos. Eso de desvestir un santo para vestir otro es muy antiguo y nunca dio resultado.

Pareciera que hay cosas más importantes para sorprenderse que esta memez de las propuestas. ¿Queremos que nos mientan o un poco más de ordinaria demagogia?
¡Que cuesta prometer si no se pagan multas por no cumplir! Así estamos y así estaremos. El escepticismo solo se cura con la verdad no con ingenuidad y mentiras doradas.