Se han dado y darán cientos de interpretaciones acerca de la renuncia a la posibilidad de la reelección y la candidatura de Cristina Kirchner.
Me mantengo fiel a la opinión sostenida desde hace más de un año.
Solo cuando el rey no puede moverse sin que le den “jaque” la reina se expone.
En este caso el rey esta maneado por su propia baba venenosa, no puede moverse sin hundirse más, es el turno de la reina que si cae es intrascendente. La partida sigue igual, la numerología de “imagen positiva y encuestas” es parte de la campaña, no causa de las decisiones.
Su perfil es el de un avaro, no pondrá jamás en juego su propio tesoro. Que presuma de prepotente y obcecado, no es argumento para negarle olfato ante el peligro, es un avaro prestamista de raza, únicamente juega a ganar. Tomar riesgos le resulta ajeno.
El casco del navío esta podrido, tapan un agujero y se abren cien. Al difícil período preelectoral y su impredecible resultado, sucederá un nuevo mandato en condiciones ingobernables. El “estilo” saturó.
Lo sabe mejor que nadie, porque es el autor de todas las mentiras, corrupción y negociados, de todos los dibujos presupuestarios, índices, reservas, superávit, crecimiento etc.
No tiene enfrente nadie capaz de sucederlo en estas condiciones y lo sabe, unos fueron propia tropa otros su creación, los “Pinochos de Guepeto”.
Las reinas están para sacrificarse en la emergencia, con el más insignificante peón bien conducido, se hace otra Reina. ¡Cubrir al Rey es la consigna!
Si la Reina muere en la demanda, el retorno triunfal después del fracaso de “la alternativa” está descontado. ¿Quien va destapar la olla podrida y podrá seguir vivo? No queda capacidad de tolerancia para que el nuevo le cargue la culpa al anterior por lo que ocurre. Otra vez el salvador de un país en llamas, a nadie le importará quien le prendió fuego. En nuestro país el culpable nunca es el que cocinó el estofado, sino el que destapa la olla y lo sirve en los platos.
Si la Reina sobrevive, será el “Papa Negro” operando el retorno en el 2011 sin involucrarse públicamente en el ejecutivo pero manteniendo firmes las riendas, que las castañas del fuego las saque otra, pero sin atribuirse mérito, él es el piloto de tormentas.
Al mejor estilo de los progresistas de Francia, la política de estado esta subordinada a cuestiones de alcoba.
Uno seguirá ladrando y marcando a los culpables de los problemas, otra empalagará con el respeto a las instituciones y las “buenas maneras” si es que le da el cuero. Corre con el handicap del tradicional “cheque en blanco” que la oposición que reclama diálogo y respeto no podrá cuestionar.
El “Renunciamiento” es parte de la mitología peronista ¿Por qué privarse del recurso, cuando la continuidad está asegurada?
Es simplemente mi opinión, pero el hombre propone y Dios dispone, me someto al refrán.
Me mantengo fiel a la opinión sostenida desde hace más de un año.
Solo cuando el rey no puede moverse sin que le den “jaque” la reina se expone.
En este caso el rey esta maneado por su propia baba venenosa, no puede moverse sin hundirse más, es el turno de la reina que si cae es intrascendente. La partida sigue igual, la numerología de “imagen positiva y encuestas” es parte de la campaña, no causa de las decisiones.
Su perfil es el de un avaro, no pondrá jamás en juego su propio tesoro. Que presuma de prepotente y obcecado, no es argumento para negarle olfato ante el peligro, es un avaro prestamista de raza, únicamente juega a ganar. Tomar riesgos le resulta ajeno.
El casco del navío esta podrido, tapan un agujero y se abren cien. Al difícil período preelectoral y su impredecible resultado, sucederá un nuevo mandato en condiciones ingobernables. El “estilo” saturó.
Lo sabe mejor que nadie, porque es el autor de todas las mentiras, corrupción y negociados, de todos los dibujos presupuestarios, índices, reservas, superávit, crecimiento etc.
No tiene enfrente nadie capaz de sucederlo en estas condiciones y lo sabe, unos fueron propia tropa otros su creación, los “Pinochos de Guepeto”.
Las reinas están para sacrificarse en la emergencia, con el más insignificante peón bien conducido, se hace otra Reina. ¡Cubrir al Rey es la consigna!
Si la Reina muere en la demanda, el retorno triunfal después del fracaso de “la alternativa” está descontado. ¿Quien va destapar la olla podrida y podrá seguir vivo? No queda capacidad de tolerancia para que el nuevo le cargue la culpa al anterior por lo que ocurre. Otra vez el salvador de un país en llamas, a nadie le importará quien le prendió fuego. En nuestro país el culpable nunca es el que cocinó el estofado, sino el que destapa la olla y lo sirve en los platos.
Si la Reina sobrevive, será el “Papa Negro” operando el retorno en el 2011 sin involucrarse públicamente en el ejecutivo pero manteniendo firmes las riendas, que las castañas del fuego las saque otra, pero sin atribuirse mérito, él es el piloto de tormentas.
Al mejor estilo de los progresistas de Francia, la política de estado esta subordinada a cuestiones de alcoba.
Uno seguirá ladrando y marcando a los culpables de los problemas, otra empalagará con el respeto a las instituciones y las “buenas maneras” si es que le da el cuero. Corre con el handicap del tradicional “cheque en blanco” que la oposición que reclama diálogo y respeto no podrá cuestionar.
El “Renunciamiento” es parte de la mitología peronista ¿Por qué privarse del recurso, cuando la continuidad está asegurada?
Es simplemente mi opinión, pero el hombre propone y Dios dispone, me someto al refrán.
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