Como un caso testigo de lo que debe y no debe de hacerse.
Personalmente es irrelevante; la bolsa que le dio trascendencia internacional marca el rumbo y la estrategia en el futuro.
Tal es el grado de impunidad con que se mueven que no han previsto la ruta de escape, se ahorcan solos. Basta apretar una larva y se revolucionan los gusanos enloquecidos frente a una contingencia que no estaba en el libreto.
Una línea de investigación se ramifica en horas al infinito y quedan elementales preguntas sin respuesta. El cúmulo de información no aclara, confunde. Las usinas oficiales de rumores lanzan cientos de versiones que saturan la información, una verdadera aplicación civil de la tecnología militar, que consigue confundir y desorientar al misil para que no siga e impacte al blanco.
La guerra psicológica no es para improvisados, cada día nos sorprenden sus inagotables recursos capaces de transformar a adversarios en ingenuos aliados.
Esta certeza me obliga a volver sobre una línea de opinión muy trillada en esta página.
Estamos en guerra, una información es una bomba o un misil, no se la puede manejar como una sensacional revelación para el currículum. Por favor los suicidas neutrales abstenerse.Uno sabe que era dinero de sobresueldos, otro apunta a la hermana, pero nadie sabe sobre seguro quien lo puso donde la encontraron, ni tan siquiera cuanto se encontró. Del marido, el carpintero, vinculado a la mala palabra, Skanska, una información que como vino se fue. Fundamentales cuestiones tapadas por las mil versiones, y bien protegidas por la complicidad de la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado Cristina de Kirchner, que no encubre a la bolsera sino a peces mucho más gordos. La senadora-candidata profundiza para esconder mierda.
julio 21, 2007
Que miceli pase a la historia
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