Teatro de operaciones

Que los vecinos abran los ojos, Argentina es sólo un lugar, acá se juega todo y todos.
Como siempre no comienza de golpe, hace rato se vienen alineando las fuerzas y en muchas partes ya se ha pasado de las palabras a la acción intimidatoria. Lo que aparece como alternativa en el horizonte es lo peor de lo malo, con el agravante de referirnos a enfermos mentales, y una verdad en boca de un loco solo sirve para descalificarla.
Siguiendo la línea expuesta en un año, la actual guerra es silenciosa. No se trata de ocupar territorios sino las mentes, conseguido ese objetivo los territorios se ocupan sin quejas ni gastos o esfuerzos innecesarios, vivimos una era económica. No se trata de afirmar que se descarta la violencia física, seguirá existiendo allí donde las circunstancias lo aconsejen pero esa se ve y se escucha, la peligrosa es la otra, la casi subliminal que no permite generar defensas. La que adormece, anestesia y crea acostumbramiento, el golpecito de todos los días hasta que sin darse cuenta le picaron la cabeza.
Y como siempre estamos solos, que es mucho mejor que mal acompañados; desde el Norte fluyen dólares a través del petróleo de Chávez y de insospechadas fundaciones (Ford) e inocentes ONG, incluso de “predicadores” y supuestas “iglesias cristianas” sin dejar de lado la CIA que nunca se sabe bien para quien trabaja.
A Europa más vale la pena perderla que encontrarla. Son todos aliados de los invasores. Grandes consumidores de cocaína e inversores de su producido en Euros bien lavados y planchaditos. Democráticos proveedores de “fragatas de transporte civil” o fusiles de asalto Kalashnikov. Todos financistas del caos. ¿Que se puede esperar, si ellos mismos están empantanados en sus propios espejismos y ni se pueden tener en pié?
En este paquete estamos todos; los del centro y los del sur, algunos ya más terminados y hasta con moñito y otros en pañales, no faltan los traidores disfrazados de serios y prolijos como contracara de los payasos dictadores, los que tiran la piedra y esconden la mano, los que siendo enemigos de todos se especializan en hacerse las víctimas. No es prudente opinar sobre lo que ocurre en la casa ajena, es más, si bien tenemos en la historia muchos puntos en común, hay demasiada “letra chica” ¿Cómo podría comprender a Ecuador, Perú, Méjico o Colombia, si me cuesta creer y entender como pudimos llegar dónde estamos? Se puede ver lo que viene y como viene, el porqué en un lado es de una forma y en otro de otra, esta oculto por la propia individualidad de cada uno. Respetando estos límites, no sacaremos la mirada del vecindario. Como siempre la información es la que todos tienen, solo el análisis y sus conclusiones son personales, otra opinión si se quiere.
Y para despuntar el vicio se ve un proceso generalizado, en alguna parte ya instalado, en otras en vías de hacerlo y finalmente no sería impensable alguna sorpresa. Este proceso se presenta como una forma de reacción natural al desorden y al caos generalizado, resultante de la prostitución de la llamada “democracia representativa”, devenida en dictadura legal de las partidocracias, verdaderas oligarquías mafiosas. Como remedio se busca el orden y un gobierno con autoridad para imponerlo y garantizarlo. El error está en buscar autoridad en quienes por naturaleza no la tienen, los clásicos y siniestros payasos con poses, que no teniendo autoridad y desconociendo qué es y como se la ejerce, terminan en el autoritarismo de todos los tiranos y a partir de esa falaz solución, recomienza otra vuelta de la rueda de la Revolución y los que pedían “orden”, reclaman “libertad”, sin entender que “orden y libertad” son dos rectas convergentes que se tocan en un solo punto y después divergen. Es casi un equilibrio inestable muy difícil de mantener. Es una opinión, mire en derredor y exprima la idea.
Tan generalizadamente inconsistentes son los planteos que la opción “machistas o feministas” que los medios plantearon ayer en Chile, hoy dibujan una pelea entre “homosexuales y normales” en Perú, bueno sería saber a que capitales o intereses responden esos medios y los opinadores cuyas fantasías difunden.
¡Como ha de ser el desprecio que nos tienen! Para creer que somos tan ignorantes e imbéciles que podemos comer tanta basura.Está tan embarrada la cancha que es difícil saber quien es quien y de que lado esta cada uno. Quizás la fórmula sea aquella que pensar mal es la mejor forma de no equivocarse, o mi personal visión en circunstancias confusas; bajar cuando todos suben y subir cuando todos bajan.