Debo reconocer que las ceremonias de asunción del mando desde Santiago y Valparaíso me golpearon muy duro, me sorprendió sorprenderme ver gente normal. Habituado a la vulgaridad de la pareja reinante, de sus funcionarios, protegidos y socios del barrio, resulta desconcertante ver imágenes de gobernantes que guardan las formas y el estilo y la ausencia de hordas de vándalos, violando todas las normas. No es una crónica social, es mucho más profundo. Quienes no respetan las normas ni el estilo en cada lugar, no cuidan su apostura y su presencia, no se respetan a si mismos y quien no se respeta no puede respetar a nadie ni siquiera al cargo que inviste. La Presidente de Chile será socialista pero entró con el pié derecho, y pienso que tendrá que tener mucho resto para simplemente alcanzar la estatura de un Señor como el ex Presidente Lagos. No es el momento de dar opiniones ni especular con rumores, “en la cancha se ven los pingos”. Tampoco corresponde empañar el espectáculo que han dado al mundo, con la desubicación habitual de ciertos personajes. ¡¡¡ SALUD CHILENOS!!! Podrán tener sus quejas y diferencias, pero conserven y mantengan el tremendo tesoro que pueblo y dirigentes tienen.
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