Dicen también que el que se quema con leche ve una vaca y llora.
Los fines de año tradicionalmente han sido aprovechados para descargar tremendos sablazos a la cabeza de todos, distraídos con las fiestas, los buenos augurios y el receso estival
¿Estará de más, ordeñar antes las cuentas de los bancos hasta lo ultima gota?
Aún no es ley el terrorismo económico, quizás sea la última oportunidad antes que por ejemplo se racionen las extracciones y los consumos con tarjeta.
Con excepción de dos o tres días en que no habrá tiempo para recargar y destrabar cajeros no habrá bancos desde el 23 de diciembre al 3 de enero, casi medio mes sin bancos, asusta de solo pensarlo cuando se recuerda que un imprevisto feriado bancario y cambiario era el anticipo de salvajes transferencias de ingresos, devaluaciones o despiadados saqueos.
Si otros lo hicieron y siguen presumiendo de personajes y salvadores ¿Por qué no lo harán estos que han superado todos los limites y que tienen entre sus favoritos al elegante Mendiguren.
No se pregunte para que o con que motivo habrían de hacerlo, ignoran los porque de todo lo que hacen, salvo que es para perjudicar por simple maldad y meter miedo a su poder absoluto doblegando la voluntad y libertad de todos; terrorismo en su más pura acepción castellana.
No espere el último día, allí es cuando se caen los sistemas, no puede sacar su dinero y le come la tarjeta, para que no vuelva a intentarlo hasta que le den permiso y le digan cuanto puede extraer.
¿Qué hace con los fondos? Pues ponga usted una idea, entre que se lo roben aprendices y profesionales del delito o los mal nacidos del gobierno no es difícil la elección.
Cronograma de los bancos para las fiestas
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