GIRÓ EL HORIZONTE
Podría ser la ley del sifón que hace muchísimos años, antes de los cincuenta, me explicó mi primer confesor y director espiritual el Obispo Medina, y nunca lo he olvidado, lo de practicarlo es otra cuestión; cuesta un pequeño esfuerzo apretar la palanca para que salga el primer chorro, después sin ningún esfuerzo se vacía solo.
Fue motivo de artículos anteriores, acostarse en una posición y amanecer con todo invertido, el problema no es local es general.
Usted que es una persona normal con las ideas claras, con conceptos de orden y justicia, honesto y trabajador preocupado por su futuro y el de los suyos; bruscamente se encuentra de la noche a la mañana aprobando a indignados y feroces enfrentamientos de encapuchados contra la policía en Grecia, Italia, España, Londres o EEUU y comienza a dudar de su coherencia.
A usted no le preocupan ni desvelan los vaivenes políticos, porque es una variable que no pude controlar ni modificar; es lógico, pero esto no es política que es la administración de la “res pública” es la estrategia de un invasor para someter todo, llamemos a las cosas por su nombre para saber donde estamos parados y cual debe ser la respuesta.
Tranquilo amigo, no es una enfermedad ni una teoría conspirativa, es un jaque mate a la inteligencia; como aquella imagen del cangrejo con una pinza izquierda y otra derecha, que con una aprende e inmoviliza y con la otra tritura y come. Hay un solo cerebro que dirige y coordina, una sola boca y es el mismo cangrejo.
En tanto el mundo se divide culpando a la derecha o a la siniestra por el estropicio y usted lógicamente toma partido porque afecta sus derechos, tradiciones, intereses y estilo de vida.
Si fuese obra de humanos coaligados en una criminal asociación ilícita no les saldría tan redonda.
En realidad la cuestión es más simple; sin apelar a conspiraciones mundiales: Bilderberger, Sabios de Sión etc. tampoco la ingenuidad de decir las brujas no existen, porque que las hay, las hay.
Un paso lleva al siguiente y una vez aceptado ingenuamente el rumbo a ciegas sin analizar donde lleva, el destino es obligado, poco importa como se llame quien este al timón.
Si mira más cerca al propio vecindario se encuentra que usted es culpable del déficit económico por haberse beneficiado con injustos subsidios, que si lo asaltan o le pegan un tiro no es problema del estado sino de su imprudencia por circular en lujosos autos importados o vivir en un barrio cerrado aislado del feo mundo que lo rodea o ir al banco a retirar fondos de su cuenta sin custodia privada, habiendo tanta gente que otros dejaron en la calle sin un cobre en el bolsillo, mientras desde todos los medios los bombardean con la consignas que tienen derecho a todo sin obligaciones porque son víctimas.
Que es un insocial que pretende impedir que pobres caídos del sistema trabajen de “manteros” o “trapitos” en vez de robar y extorsionar, que es lo que en realidad hacen a cara descubierta protegidos por el estado y los millones de idiotas que quieren suprimir la pobreza del mundo.
Siga consintiendo y aceptando el mensaje envenenado en silencio, sin resistirse ni refutarlo y le apuesto doble contra sencillo que en menos de un mes le crecen la cola, los cuernos y huele a azufre.
Por favor no lo olvide: un paso lleva al siguiente y si no tiene en claro dónde va, sin lugar a dudas va a llegar alegremente en poco tiempo donde hoy ni sospecha.
Acá también es cierta la ley del sifón: RESISTIR es el costoso y necesario primer paso de la RECONQUISTA, los demás vienen solos.
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