enero 31, 2008

OCCIDENTE EN CAMPAÑA


Francia, España, Estados Unidos y quizás Italia con elecciones a la vista. Lo de campaña es una manera de decir, la de EEUU es la única, en la modalidad tradicional. Los años recientes nos han acostumbrado que los resultados los definen una crisis económica, una guerra o un atentado, fabricados a medida. Si se confirma la tendencia nos acercamos a una primavera bien caliente en el norte, que no está en otro mundo, por lo que el remezón se sentirá en todas partes.

Algunas alianzas sorprenden y sorprenderán pero estaban escritas en la historia de cada uno, no puede extrañar el maridaje de un Chardonay espumante, progresista católico y mafioso irlandés con un Pinot noire tinto islámico y socialista, son viñas de la misma raíz, del “subterroire” del inframundo.

Italia una vez que hayan pensado si hay o no elecciones, en función de la conveniencia del que decide, seguirá como siempre siendo más de lo mismo: un gran mosaico de todos contra todos, unos más ricos y modernos, otros más pobres y atrasados, pero unidos por ese indisoluble cemento del buen vino, la cocina, la amistad, la vendetta y el honor romano que le va de perillas tanto al mayor canalla, como al más humilde labriego.

En España nadie parece estar conforme y nadie parece haberse cabreado del todo, la pasan fácil en comparación a su dura historia y eso anestesia. La taba se puede clavar en suerte o culo. Han salido de peores y están olvidando que eran otras generaciones, hechas al esfuerzo y al todo o nada, bien distinto que esta actitud rosada, complaciente y sensiblera de hoy. En la fiesta de La Moncloa se comieron todos los hígados y criadillas. Así quedaron.

En Francia son parlamentarias, hasta hoy es Sarkozy contra si mismo, o gana o pierde solo, en tierra de los galos cuando aparece una vedette se borran las cupletistas. La grandeza no se comparte. Quizás con esa aplastante lógica que tienen, no ponerle nadie enfrente es la mejor manera de dejar que se destruya solo.

Las encuestas son el gran ausente en todas partes, el frío glacial parece ser algo más que una sensación.

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