Hoy, mañana e infinidad de veces escuchará la pregunta: ¿qué se puede hacer? La respuesta, a mi criterio es una sola: Dar testimonio, poner la cara, trazar una raya en el suelo y proclamar ¡Acá estoy y acá me quedo!Negociados, corrupción, avance sobre los inviolables derechos individuales, disolución de las instituciones políticas y sociales tienen un solo punto de partida, La subversión contra el orden natural, que está mucho más allá de sistemas e ideologías políticas. La negación de nuestras tradiciones, usos y costumbres ancestrales, que coinciden con principios religiosos y culturales de todos los pueblos que nutren nuestra Nación. Quede claro: pueblos, gens, no renegados, porque estos existen en todas partes y no son de ningún lado, habiéndose autoexcluido de sus comunidades.
Será una acción personal e individual; de referentes y especialistas iluminados hemos tenido bastante en los últimos años. Para los “showman” son los teatros de revistas y la TV.
No queda espacio para idiotas, ni ingenuos buenudos estafadores de la fe pública.
Es mi opinión, si coincide prepárese por su cuenta, teja su red y siembre. No espere convocatorias. La verdadera luz, solo viene de arriba, nuestra realidad está llena de faros traidores haciendo guiños y de cantos de sirena.
La imagen que precede el artículo es por demás evidente, su ocultamiento en los medios nacionales; junto a la amplia difusión de otras manifestaciones de disolventes y renegados, es una confesión de parte que releva de pruebas.
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