Haciendo un supremo esfuerzo de racionalismo, hoy me dirijo directamente a ustedes, antes que la situación que han creado pase del punto de “no retorno”.
Pareciera que los argumentos que esgrimen sobre la contaminación del agua, la atmósfera, visual y olfatoria son parte de un discurso fundamentalista, dogmático y autoritario que ciega la razón y el sentido común.
Reiteradamente me he referido al tema y no he escuchado una sola opinión que vaya en otro sentido. Todo es demagogia populista y sensiblera para explicar lo injustificable.
Nadie se opone a las legítimas protestas o reclamos por derechos conculcados o amenazados, lo que resulta inadmisible es que un grupo de autocalificados “vecinos” que no llegan al medio millar de una ciudad de 60.000 habitantes, decidan violar las leyes de la Nación y el derecho internacional, creando un injustificable conflicto a los argentinos, uruguayos, brasileros y chilenos, distrayendo fuerzas de seguridad que debieran estar dedicadas a encontrar desaparecidos, asesinos y reprimir el narcotráfico que circula libremente por todo el territorio nacional y es mucho más contaminante y destructivo, física y moralmente que todas las “pasteras” del mundo.
Protesten y bloqueen señores, si es su voluntad, pero en la ventanilla de reclamos. En este caso la Casa de Gobierno, Balcarce 50 Buenos Aires. Allí están los responsables, pregunten por el Poder Ejecutivo Nacional en el que todas las provincias cuando se organizó la Nación, delegaron las Relaciones Exteriores y la Defensa Nacional. Si lo clausuran no hay problema, les quedo agradecido.
No se hagan los distraídos, lo saben, tienen asesores legales y su última representante hoy ocupa la secretaría de Estado de desarrollo ambiental, es parte de ese poder ejecutivo.
¿A quien representan? Basta ya de usurpar títulos y honores, ¡Asamblea Ambientalista de vecinos! No existe en Gualeguaychú un local capaz de contener un número mínimo de vecinos que puedan atribuirse una representatividad, ¿quienes ingresan, quienes opinan, quienes votan, como controlan la concurrencia, en la vía pública?
¿Han desaparecido en democracia sus diputados y senadores provinciales y nacionales? Elementales cuestiones a dilucidar para atribuirse representaciones y producir hechos que comprometen a todos los argentinos, sin caer en el delito de sedición. Sigue vigente la norma: que en Argentina, el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes y nadie puede atribuirse la representación de los argentinos.
Me queda claro que su patrón; porque lo tienen, ya que no es posible exhibir la impunidad de la que hacen gala sin una protección especial de la cumbre del poder; no les permite reclamar donde corresponde. Les recuerdo, la obediencia debida fue derogada.
Su actitud no es la de respetuosos ciudadanos que reclaman sus derechos, es la de matones prepotentes que pretenden avasallar los derechos de todos. Esa ridícula y desubicada provocación ya no es al Uruguay es a todos los argentinos y al prestigio y buen nombre de la Nación. Antes de dos meses tienen la oportunidad de echar, con el democrático recurso electoral a todos los mercenarios de aquellos que los desamparan y teniendo la obligación de hacerlo no velan por sus intereses.
Si el gobierno los apaña, los argentinos no están dispuestos a tolerar, encubiertas autonomías o secesiones “de facto” que desintegren el territorio Nacional: Lo digo sin precisar atribuirme la representación que no tengo, de millones que piensan lo mismo. Veremos entonces cuanta verdad y convicción había en el reclamo.
Dr, Leopoldo Emilio Silva Ortiz
Médico M.N 24.706 L.E. 4.207.748
lsilvaortiz@gmail.com
leopoldoemilio@hotmail.com
Pareciera que los argumentos que esgrimen sobre la contaminación del agua, la atmósfera, visual y olfatoria son parte de un discurso fundamentalista, dogmático y autoritario que ciega la razón y el sentido común.
Reiteradamente me he referido al tema y no he escuchado una sola opinión que vaya en otro sentido. Todo es demagogia populista y sensiblera para explicar lo injustificable.
Nadie se opone a las legítimas protestas o reclamos por derechos conculcados o amenazados, lo que resulta inadmisible es que un grupo de autocalificados “vecinos” que no llegan al medio millar de una ciudad de 60.000 habitantes, decidan violar las leyes de la Nación y el derecho internacional, creando un injustificable conflicto a los argentinos, uruguayos, brasileros y chilenos, distrayendo fuerzas de seguridad que debieran estar dedicadas a encontrar desaparecidos, asesinos y reprimir el narcotráfico que circula libremente por todo el territorio nacional y es mucho más contaminante y destructivo, física y moralmente que todas las “pasteras” del mundo.
Protesten y bloqueen señores, si es su voluntad, pero en la ventanilla de reclamos. En este caso la Casa de Gobierno, Balcarce 50 Buenos Aires. Allí están los responsables, pregunten por el Poder Ejecutivo Nacional en el que todas las provincias cuando se organizó la Nación, delegaron las Relaciones Exteriores y la Defensa Nacional. Si lo clausuran no hay problema, les quedo agradecido.
No se hagan los distraídos, lo saben, tienen asesores legales y su última representante hoy ocupa la secretaría de Estado de desarrollo ambiental, es parte de ese poder ejecutivo.
¿A quien representan? Basta ya de usurpar títulos y honores, ¡Asamblea Ambientalista de vecinos! No existe en Gualeguaychú un local capaz de contener un número mínimo de vecinos que puedan atribuirse una representatividad, ¿quienes ingresan, quienes opinan, quienes votan, como controlan la concurrencia, en la vía pública?
¿Han desaparecido en democracia sus diputados y senadores provinciales y nacionales? Elementales cuestiones a dilucidar para atribuirse representaciones y producir hechos que comprometen a todos los argentinos, sin caer en el delito de sedición. Sigue vigente la norma: que en Argentina, el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes y nadie puede atribuirse la representación de los argentinos.
Me queda claro que su patrón; porque lo tienen, ya que no es posible exhibir la impunidad de la que hacen gala sin una protección especial de la cumbre del poder; no les permite reclamar donde corresponde. Les recuerdo, la obediencia debida fue derogada.
Su actitud no es la de respetuosos ciudadanos que reclaman sus derechos, es la de matones prepotentes que pretenden avasallar los derechos de todos. Esa ridícula y desubicada provocación ya no es al Uruguay es a todos los argentinos y al prestigio y buen nombre de la Nación. Antes de dos meses tienen la oportunidad de echar, con el democrático recurso electoral a todos los mercenarios de aquellos que los desamparan y teniendo la obligación de hacerlo no velan por sus intereses.
Si el gobierno los apaña, los argentinos no están dispuestos a tolerar, encubiertas autonomías o secesiones “de facto” que desintegren el territorio Nacional: Lo digo sin precisar atribuirme la representación que no tengo, de millones que piensan lo mismo. Veremos entonces cuanta verdad y convicción había en el reclamo.
Dr, Leopoldo Emilio Silva Ortiz
Médico M.N 24.706 L.E. 4.207.748
lsilvaortiz@gmail.com
leopoldoemilio@hotmail.com
1 comentario:
SEÑOR YO NO ESTOY DE ACUERDO CON LO QUE DICE.SOY ARGENTINA Y APOYO A LOS ASAMBLEISTAS
SAN MARTIN DE LOS ANDES
NEUQUEN
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