Para no desacostumbrarnos a las sorpresas, iniciamos el año con revelaciones inéditas; personajes que se proclaman solos como candidatos. Supongo que terminado el parto, reposan esperando que alguien les ofrezca un partido nacional para presentar la candidatura. Esta visto que ni de una vereda o la otra nos dejan vivir en paz.
Sin cuestionar al Dr. Lavagna, la decisión provoca dudas y en el país de las dudas y sospechas esto no es bueno.
He escuchado al candidato criticar el discrecional manejo del presupuesto y los “superpoderes definitivos”; los decretos de necesidad y urgencia, reciclado democrático de los decretos-ley de los gobiernos militares, la indefinida prolongación de la emergencia económica y tantas otras cosas.
Ahora bien ¿Cómo gobernará un presidente en soledad absoluta, sin un legislador propio en el congreso? Puede ser que consiga un partido, el sello de goma. Los candidatos serán siempre ajenos.
- Por necesidad - dirá después. Continuará gobernando por decreto y manejando discrecionalmente el presupuesto si es que lo dejan. El que está, llegó con un ridículo 20 % pero llenó las bancas de inútiles levanta manos. Tenemos un candidato que llegara solo y como si no le bastase, provoca y desafía a otros potenciales candidatos a que dejen de lado sus pretensiones en aras de no dividir la oposición. Hasta no hace mucho esto se llamaba “extorsión”.
¿Quién lo tiró a la arena? ¿El pacto de Olivos II?
No se trata de una malsana pregunta, si recuerdo que por boca del presidente del partido; la UCR aseveró que las decisiones las toma la Convención Nacional en marzo, ¿Cuál era la urgencia que no permite demorar 60 días una decisión?
Si esta es la “prolijidad y transparencia” de la alternativa, estamos re-fritos.
Recuerdo muchos otros hitos del currículo del candidato que merecerán una opinión en su momento, vienen tiempos muy difíciles como decía días pasados, el horizonte gira enloquecido. ¿Cuántos se acostarán opositores y amanecerán colaboracionistas?
Como éramos pocos, parió la abuela. Reapareció el ingeniero en seguridad, reciclado en constructor de candidatos y coordinador general de la oposición.
¿Tan poca significación y peso específico tienen ciertos dirigentes que necesitan autoproclamarse, porque nadie con dos dedos de frente los tiene en cuenta?
Sin cuestionar al Dr. Lavagna, la decisión provoca dudas y en el país de las dudas y sospechas esto no es bueno.
He escuchado al candidato criticar el discrecional manejo del presupuesto y los “superpoderes definitivos”; los decretos de necesidad y urgencia, reciclado democrático de los decretos-ley de los gobiernos militares, la indefinida prolongación de la emergencia económica y tantas otras cosas.
Ahora bien ¿Cómo gobernará un presidente en soledad absoluta, sin un legislador propio en el congreso? Puede ser que consiga un partido, el sello de goma. Los candidatos serán siempre ajenos.
- Por necesidad - dirá después. Continuará gobernando por decreto y manejando discrecionalmente el presupuesto si es que lo dejan. El que está, llegó con un ridículo 20 % pero llenó las bancas de inútiles levanta manos. Tenemos un candidato que llegara solo y como si no le bastase, provoca y desafía a otros potenciales candidatos a que dejen de lado sus pretensiones en aras de no dividir la oposición. Hasta no hace mucho esto se llamaba “extorsión”.
¿Quién lo tiró a la arena? ¿El pacto de Olivos II?
No se trata de una malsana pregunta, si recuerdo que por boca del presidente del partido; la UCR aseveró que las decisiones las toma la Convención Nacional en marzo, ¿Cuál era la urgencia que no permite demorar 60 días una decisión?
Si esta es la “prolijidad y transparencia” de la alternativa, estamos re-fritos.
Recuerdo muchos otros hitos del currículo del candidato que merecerán una opinión en su momento, vienen tiempos muy difíciles como decía días pasados, el horizonte gira enloquecido. ¿Cuántos se acostarán opositores y amanecerán colaboracionistas?
Como éramos pocos, parió la abuela. Reapareció el ingeniero en seguridad, reciclado en constructor de candidatos y coordinador general de la oposición.
¿Tan poca significación y peso específico tienen ciertos dirigentes que necesitan autoproclamarse, porque nadie con dos dedos de frente los tiene en cuenta?
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