El fenómeno aparece montado en filosofías intrínsecamente perversas que han puesto en marcha una gigantesca rueda, y es su necesaria consecuencia, la velocidad de las comunicaciones y la incorporación al mundo desarrollado de naciones que sin necesidad de ser potencias militares, son potencias en recursos humanos y conforman gigantescos mercados de consumo sin los cuales, la necesaria expansión económica de los “grandes” sería imposible.
Se ha llegado a una situación que quien no crece, desaparece. Aumentar la producción es necesario para bajar costos y ser más competitivo, y para poder hacerlo se requieren mercados a los que habrá que crear necesidades para que compren. En fin es una rueda gigantesca que no se puede parar, y como el movimiento perpetuo no ha podido ser demostrado, a la larga o a la corta el sistema se va romper. Teniendo clara esta interpretación, si es correcta, se deduce que el actual imperialismo económico, político y social es una necesidad de supervivencia del sistema, más que un proyecto hegemónico. Tengo que producir para crecer y necesito tener un mercado que consuma mi producción, si no lo hay, lo fabrico, creando necesidades que no había. A la vez para que consuman debe mejorarse el nivel de vida, para lo que es necesario más trabajo y mejores sueldos, que se contradicen con la necesidad de bajar costos y precios. Como se ve la rueda de la Revolución acabará aplastando todo. Por si fuera poco, la vieja demagogia democrática, igualitaria y socialista de las potencias, las ponen en la peor situación para afrontar lo que ellas mismas provocaron..
En este contexto quizás se pueda entender lo que pasa en Europa, en particular en la actualidad de Francia, como de costumbre la más caliente cuando aparecen estos conflictos. Asombra ver como en lugar de aplicar el freno se pisa el acelerador, sin embargo tiene su explicación. Se pasó el punto de no retorno, nadie está dispuesto ha asumir el costo de revisar los viejos errores que han iniciado este proceso, que necesariamente se llevará por delante todo lo que se le oponga; los valores éticos y morales, las creencias y los dioses, y con ellos la libertad, bien por lejos, más sagrado y fundamental que la vida. Como se ve cada paso genera una contradicción que se resuelve avanzando y creando otras, que son el combustible necesario para mantenerle movimiento.
Repárese si se tienen dudas que detrás de la “eutanasia” hay bien oculta una razón económica, al igual que ocurre con el aborto, el control de la natalidad y hasta y hasta la prohibición de fumar
¿Como se concilian las cuestiones que hoy preocupan a todos en todas partes? Inmigración y desocupación, la real y la encubierta en contratos precarios, bajar costos de producción, sistemas jubilatorios y de salud, presión impositiva y estados benefactores y asistencialistas a los miles de derechos que graciosamente todos tienen. Quien pretenda resolver una sola de estas cuestiones, le prende fuego a las otras. Piénselo y verá que esto es así, sin vuelta de hoja.
No hay lugar para teorías conspirativas de ocultos poderes hegemónicos o imperiales, ningún proyecto humano podría ser tan perfecto. Buscar interpretaciones parciales o locales para algo que es evidente ocurre en todas partes es absolutamente erróneo, nuestro colorido mundo va entrando en la hora del blanco o negro, creo que ya no hay lugar para tonos ni matices, bueno o malo es lo que nos ha tocado. No creo que por acción de los hombres esto se pueda cambiar, habrá que esperar de pié que se manifieste la Suprema Voluntad, cada día más, me empecino en mi convicción, todo movimiento es atrapado por la rueda de la Revolución y sólo sirve para acelerarla.
Se ha llegado a una situación que quien no crece, desaparece. Aumentar la producción es necesario para bajar costos y ser más competitivo, y para poder hacerlo se requieren mercados a los que habrá que crear necesidades para que compren. En fin es una rueda gigantesca que no se puede parar, y como el movimiento perpetuo no ha podido ser demostrado, a la larga o a la corta el sistema se va romper. Teniendo clara esta interpretación, si es correcta, se deduce que el actual imperialismo económico, político y social es una necesidad de supervivencia del sistema, más que un proyecto hegemónico. Tengo que producir para crecer y necesito tener un mercado que consuma mi producción, si no lo hay, lo fabrico, creando necesidades que no había. A la vez para que consuman debe mejorarse el nivel de vida, para lo que es necesario más trabajo y mejores sueldos, que se contradicen con la necesidad de bajar costos y precios. Como se ve la rueda de la Revolución acabará aplastando todo. Por si fuera poco, la vieja demagogia democrática, igualitaria y socialista de las potencias, las ponen en la peor situación para afrontar lo que ellas mismas provocaron..
En este contexto quizás se pueda entender lo que pasa en Europa, en particular en la actualidad de Francia, como de costumbre la más caliente cuando aparecen estos conflictos. Asombra ver como en lugar de aplicar el freno se pisa el acelerador, sin embargo tiene su explicación. Se pasó el punto de no retorno, nadie está dispuesto ha asumir el costo de revisar los viejos errores que han iniciado este proceso, que necesariamente se llevará por delante todo lo que se le oponga; los valores éticos y morales, las creencias y los dioses, y con ellos la libertad, bien por lejos, más sagrado y fundamental que la vida. Como se ve cada paso genera una contradicción que se resuelve avanzando y creando otras, que son el combustible necesario para mantenerle movimiento.
Repárese si se tienen dudas que detrás de la “eutanasia” hay bien oculta una razón económica, al igual que ocurre con el aborto, el control de la natalidad y hasta y hasta la prohibición de fumar
¿Como se concilian las cuestiones que hoy preocupan a todos en todas partes? Inmigración y desocupación, la real y la encubierta en contratos precarios, bajar costos de producción, sistemas jubilatorios y de salud, presión impositiva y estados benefactores y asistencialistas a los miles de derechos que graciosamente todos tienen. Quien pretenda resolver una sola de estas cuestiones, le prende fuego a las otras. Piénselo y verá que esto es así, sin vuelta de hoja.
No hay lugar para teorías conspirativas de ocultos poderes hegemónicos o imperiales, ningún proyecto humano podría ser tan perfecto. Buscar interpretaciones parciales o locales para algo que es evidente ocurre en todas partes es absolutamente erróneo, nuestro colorido mundo va entrando en la hora del blanco o negro, creo que ya no hay lugar para tonos ni matices, bueno o malo es lo que nos ha tocado. No creo que por acción de los hombres esto se pueda cambiar, habrá que esperar de pié que se manifieste la Suprema Voluntad, cada día más, me empecino en mi convicción, todo movimiento es atrapado por la rueda de la Revolución y sólo sirve para acelerarla.
3 comentarios:
Muy agudo. La globalización no es más que una aventura humana de resultado incierto. El mismo elástico que hoy nos acerca, mañana por su propia naturaleza no alejará como nunca antes.
Un fuerte abrazo y mi agradecimiento por su constancia y comentarios.Le deso unas Felices Pascuas.
No tengo otra forma de comunicarme,salvo que se dirija al "gmail" que está debajo del título de la página
Interesante blog...! me gusto... y eso q lo encontre de casualidad... luego paso a espiar mas..! un saludo... caballero! q este muy bien... una lectora desde C.R.
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