abril 24, 2006

La peste iconoclasta

(Ventura & Corominas, La Vanguardia.es)
Se extiende cono mancha de aceite sin respetar fronteras.
A medida que transcurre el tiempo compruebo que es una verdadera pandemia.
Sucesivamente me he referido a la demolición de la historia en España y la Argentina, semanas atrás comenzaron tres canales de TV con el soporte publicitario o el silencio de toda la prensa a sembrar dudas y demoler “científicamente” los principios y verdades del catolicismo.
Los mismos que en forma casi imperceptible y sin hacer ruido, están cuestionando toda la historia y los hombres que bien o mal fueron sus protagonistas.
Ya desfilaron por el microscopio de los investigadores; los reinos cristianos de España, la Reconquista y Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador con su nueva imagen de “traidor a todos”. El “genocida” Hernán Cortes y todos los “ambiciosos impúdicos y criminales conquistadores”.
El último descabezado fue Abraham Lincoln, que a la luz de la “verdad histórica” resultó ser un verdadero mediático, obseso por las fotos y las poses. Político mediocre y un duro esclavista, cuya memoria es casi venerada por el pueblo americano en base a mentiras. Versión: History Channel, señal norteamericana de TV, que responde junto a Discovery y Nacional Geographic a un mando unificado.
Acepto que es un país muy respetuoso de “algunas” opiniones, coman basura si quieren, pero no la exporten.
Europa tampoco está libre, se insinúa cada vez con mayor nitidez un ataque frontal a Roma, en lo que la “idea” de Roma representa para occidente. Se perfila en el campo literario y de los medios, el veneno viene para no generar resistencias, como reivindicación de los pueblos bárbaros. Tras los “historiadores” siempre vienen los “científicos de la palita”, que desentierran las evidencias y están muy activos en el viejo continente.
Ya han presentado a los pacíficos y sacrificados visigodos, como confinados a campos de concentración, torturados y exterminados por los sanguinarios y corruptos romanos. Trato semejante al que fueron sometidos los Britanos, “amantes de la naturaleza y el orden”.
No se trata de rescatar o defender personalidades históricas que quizás sean indefendibles, fueron elevados al rango de próceres o héroes porque se los revistió de valores y atributos que si, son imperecederos: honor, valor, espíritu de sacrificio, honestidad etc. Entiendo que debe quedar claro que no se ataca a fulano o mengano sino a lo que representa, el objetivo son los verdaderos valores de nuestra civilización.
Aún cuando no lo sintamos, nosotros y los que vienen son el verdadero territorio a conquistar.
Todos los pueblos necesitan referentes, modelos e ideales, como necesita el pequeño para crecer sano, la imagen de sus padres. Es para pensar atento a lo fácil que resulta adherir inconcientemente a estas siniestras campañas, bendecidas por las ciencias como verdades históricas.
Tengo claro que tanto Romanos como Griegos fueron maestros de lo que hoy llamamos “operaciones de prensa” para demonizar a sus adversarios. No fueron angelitos ni ellos ni los otros, todos eran hombres y pueblos de su época, sus vicios y defectos perviven en éste S. XXI, pero afirmar que se recluía a los bárbaros en campos de concentración es definitivamente, muy mala leche. Quisiera escuchar el juicio de un Romano, Godo o Britano sobre nuestra moderna, democrática y tolerante civilización.
Viendo lo que hay y lo que viene, me queda una sola duda ¿De quien es la mano negra? Porque el argumento que es puro comercio, honestamente no me lo creo. Es demasiado esfuerzo y recursos volcados en una campaña que comercialmente no da para tanto. Que hay intereses comerciales, “chocolate por la noticia”. Nada se hace en esta época sin un suculento rédito, pero ese es negocio de los intermediarios (medios de comunicación, editoriales) no de los responsables intelectuales.

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