Dos actitudes, una conclusión

Dos hechos en 24 hs. que demuestran acabadamente quien administra la violencia en argentina.
Ambos preanunciados; la detención de un piquetero “malo” (Castells), lo de malo es pura producción oficial, y la operación de la Federación Universitaria (FUBA) y la “izquierda mala” (ídem) para impedir la elección del rector de la Universidad de Bs. As.
En el primero la Policía Federal hizo gala de todo su despliegue; guardia de infantería, camiones hidrantes, etc, para intervenir con guante de seda y detener al malo Castells, dándole otro punto para su imagen de perseguido y víctima.
En el segundo, anunciado muchos días antes con la aclaración de que se recurriría a todos los medios para impedir la elección, por no haber no hubo ni prevención. Una auténtica zona liberada, con la presencia para las cámaras de la “izquierda buena”, en este ámbito representada por la coordinadora y la franja morada alfonsinista. Hubo ocupación por la fuerza, intimidación pública, violación de la ley y de todos los derechos ocupando por la fuerza, las instalaciones de una dependencia del Estado.
Dos actitudes y una conclusión. En Argentina el régimen patagónico tiene el absoluto y discrecional monopolio del poder y administra selectivamente la violencia de acuerdo a sus intereses, que no los del estado.
Usted, yo, los Matías y los que vendrán, no estamos en sus planes. Que sigan los sociólogos, analistas políticos y opinadores que dan la “clave de la hora” para entender lo que pasa y porque pasa, delirando y confundiendo. En esta hora el que no distingue confunde y el que confunde engaña.
Queda muy claro si alguien tenía dudas, que no hay voluntad de terminar con la inseguridad y la permanente violación de la ley. Es su forma de hacer política y lo que antes se llamaba guerra, o continuación de la política por otros medios. En la guerra se combate no se dialoga ni peticiona.

Al pan pan y al vino vino, si le yerra al diagnóstico, se muere.