(Foto: elmundo.es)
Se han puesto de moda éstas noticias y no se sabe que es peor, si los que emiten mensajes absurdos o los que le dan circulación. Todo es puro negocio y como tal, absolutamente divorciado de todo valor ético o moral. En materia de negocios el “desideratum” es vender a mil lo que no vale nada.
Esta cadena comienza con alguien que financia un proyecto de investigación, no porque le sobre capital sino para eludir impuestos. Otro que supuestamente investiga y naturalmente debe producir un resultado o informe que justifique como utilizó los recursos, y poder optar a otro “proyecto de investigación”, y termina con una prensa pseudo científica que lo comunica y otra prensa seria que “levanta la información”, la bendice con su prestigio de “periodismo serio y formador de opinión”, la publica en portada y “vende”. Hace poco el mismo diario publicó en primera página, que los elefantes de Tanzania estaban afectados por un “síndrome de stress postraumático” que los llevaba a agredir poblados, cortar rutas etc. Todo ello en venganza de los sufrimientos pasados, cuando los traficantes de marfil habían “asesinado” a sus padres. Días después el editor de la revista que generó la información daba conferencias en Barcelona, muy enojado por un proceso que tenía en EEUU que podía terminar con su revista, que entre otros antecedentes había lanzado la “primicia de la clonación de humanos en Corea”, escandaloso fraude “pseudocientífico”. La tilinguería no tiene límites ni fronteras.
Ahora, nuevamente en primera página: parece que razar por un enfermo puede ser peligroso. Lo verdaderamente sorprendente de la información es la cantidad de millones de dólares que fundaciones privadas y hasta el gobierno de los EEUU destinan a estos menesteres. Vale la pena si no lo hizo leer la información, y preguntarse al margen de la inconsistencia de la misma ¿Qué concepto tienen de sus lectores, que han pagado por información los editores del diario? O si no pasa nada en el País que es necesario rellenar espacios de primera página con cualquier cosa. Esta página tiene como norma “no respetar pelo ni marca”. Si no me gusta lo digo. Lo que está mal esta mal venga de dónde venga.
Esta cadena comienza con alguien que financia un proyecto de investigación, no porque le sobre capital sino para eludir impuestos. Otro que supuestamente investiga y naturalmente debe producir un resultado o informe que justifique como utilizó los recursos, y poder optar a otro “proyecto de investigación”, y termina con una prensa pseudo científica que lo comunica y otra prensa seria que “levanta la información”, la bendice con su prestigio de “periodismo serio y formador de opinión”, la publica en portada y “vende”. Hace poco el mismo diario publicó en primera página, que los elefantes de Tanzania estaban afectados por un “síndrome de stress postraumático” que los llevaba a agredir poblados, cortar rutas etc. Todo ello en venganza de los sufrimientos pasados, cuando los traficantes de marfil habían “asesinado” a sus padres. Días después el editor de la revista que generó la información daba conferencias en Barcelona, muy enojado por un proceso que tenía en EEUU que podía terminar con su revista, que entre otros antecedentes había lanzado la “primicia de la clonación de humanos en Corea”, escandaloso fraude “pseudocientífico”. La tilinguería no tiene límites ni fronteras.
Ahora, nuevamente en primera página: parece que razar por un enfermo puede ser peligroso. Lo verdaderamente sorprendente de la información es la cantidad de millones de dólares que fundaciones privadas y hasta el gobierno de los EEUU destinan a estos menesteres. Vale la pena si no lo hizo leer la información, y preguntarse al margen de la inconsistencia de la misma ¿Qué concepto tienen de sus lectores, que han pagado por información los editores del diario? O si no pasa nada en el País que es necesario rellenar espacios de primera página con cualquier cosa. Esta página tiene como norma “no respetar pelo ni marca”. Si no me gusta lo digo. Lo que está mal esta mal venga de dónde venga.
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