Elecciones anticipadas
Esto se hunde y ya tenemos culpables
Se trata de traducir a nuestro medio y realidad, excelentes artículos escritos en castellano en España. Cosa de tontos se dirá, pero cuantas veces hemos descartado un artículo solo porque trataba asuntos de otras tierras, con un ¡allá ellos con sus cosas! acá nos sobran problemas, para ocuparnos de otros.
Teniendo el hábito de encontrarle la vuelta a todo, buscarle cinco patas al gato o el pelo en el huevo, di con la forma de no caer en el copia y pega o al tramposo plagio; cada uno es dueño de su propio mérito, pero realidades espejadas producen idénticas sensaciones en quienes las analizan ante lo cual el privilegio exclusivo de la primicia es estúpido; solo reconozco el privilegio de la agudeza y calidad del análisis que como una buena moneda deben rodar y llegar a todos.
Se trata de dos cuestiones que merodean y sobrevuelan como aves de rapiña muchos cielos de Europa, América y particularmente en España y Argentina con sus particularismos y similitudes.
Si viene va a llegar. No soy Maya, profeta ni charlatán de feria para ponerla fecha y hora. No es novedad, tenemos experiencia en ambas cuestiones consentidas por todos para zafar del chicotazo y volver a empezar. Cintura política le llama la nueva corporación de los politólogos. La novedad es que cada vez hay menos resto o margen para hacer pruebas de magia política y sacar conejos de la galera.
Elecciones anticipadas: Como dice don Manuel Muela, es el recurso democrático e institucional correcto para escaparse por la puerta de servicio y reaparecer por la principal. Lo han ensayado los radicales Alfonsin y de la Rúa y los peronistas Duhalde y Kirchner, casualmente los mismos que están otra vez en las gateras.
La partidocracia instalada por todos a nivel constitucional lo garantiza.
Es intocable, nadie vota contra la teta de la madre que le da de comer.
Manuel Muela, ver todo
Esto se hunde y ya tenemos culpables. Don Federico Quevedo quizás sin saberlo o sin quererlo escribe casi simultáneamente otro artículo que resulta el epilogo del anterior.
El que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen y para hacerlo es necesario un baño purificador o un chivo emisario, en lo posible bien descalificado por años de desinformación y propaganda, al que cargarle el fardo.
Tenemos dictadores militares, oligarquía explotadora civil, genocidas de ambas casas, una Iglesia a la que todos van a misa que excomulga a los buenos progresistas que matan embriones o enfermos terminales y buitres imperialistas extranjeros. ¿Hace falta algo más?
Federico Quevedo, ver todo
Tres artículos de tres autores distintos, envueltos y con el moñito por un servidor. A simple vista parece un lujo no común en estas épocas de disidencias y vedettes con súper egos.
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