Uno de los tantos asuntos internacionales donde parecen todos culpables y todos inocentes.
La política internacional terrorista de Israel y el terrorismo con manto islámico y de ONG presuntamente humanitarias, el consejo de seguridad de la ONU controlado por USA, Rusia y sus aliados, son las piezas que se mueven en el tablero preparando quien sabe qué.
Tuve oportunidad de escuchar esta mañana por el canal Todo Noticias una comunicación telefónica entre un periodista y una señora Cristina, española de Valencia según sus dichos; que se identificaba sin apellido, como madre de un voluntario español embarcado que resultó ileso, actualmente detenido en Israel a quien presionaban para que firmase papeles autoinculpándose como condición para liberarlo. Según la mujer, que afirmaba tener en su poder las filmaciones que el hijo le había enviado, le aconsejó que firmase todo lo que le pusiesen delante sin mirar y volviese a España de inmediato, sin importar lo que opinase el cónsul de España.
Ocurre que el “chico” cuyo nombre es David y no Hamed, es camarógrafo y estaba embarcado para filmar el viaje por cuenta del medio de difusión internacional de la Venezuela pro iraní: Telesur.
En síntesis un ingenuo e inocente chico español, llamado David, trabajando por cuenta de Venezuela para registrar un viaje humanitario, filmando la inocente carga de alimentos y medicamentos que llevaban, hasta que unos bárbaros salvajes los cosen a balazos sin decir agua va; porque el Mossad, la CIA, el M16 y los franceses no se había enterado de la existencia de esta “flotilla de la libertad” hasta que fueron avistados frente a las costas. Dicen que cinco naves acataron la orden de detenerse y una sexta la ignoró siendo atacada por la armada de Israel en aguas internacionales a 90 millas de la costa.
Soy dado a pensar mal, pero a usted ¿Le cierra la fantástica historieta?
Inmediatamente, estando muy jugadas las posiciones en pro y en contra, en todo el mundo se dividen las aguas. La prensa internacional y las movilizaciones populares toman partido sin pensárselo dos veces.
Se sabe que es ocioso y estúpido buscar certezas, el “fait accompli” manda. No se ha podido conseguirlas de Pearl Harbor, del hundimiento de una nave que provocó la entrada en guerra de los EE.UU. en Europa y Vietnam, de las armas químicas y biológicas de Saddam Hussein, del desarrollo bélico atómico de Israel o el inacabable abastecimiento de misiles a los palestinos y tantas otras operaciones de falsa bandera.
Unos hacen, otros laissez faire, laissez passer.
HEMEROTECA:
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