marzo 25, 2010

21.12.2012, NUMERO CURIOSO QUE SATURA


Muchos unos y dos, ni haciendo fuerza llegamos a un tres, otro numerito que se las trae en el mundillo de los ocultistas, que nutre esta peste del fin del mundo.

No faltará el que sume y diga 1+2= 3; ¡Eureka, hay tres tres y si le quitamos el dos que sobra da: ¡¡¡siete!!! Otro número mágico. El arte de los encriptadores, decodificadores y numerólogos da para cualquier cosa.

Quedan a la hora de datar muchas dudas.

Los Romanos inician la cuenta de los años a partir de Ad Urbe Condita, la fundación de Roma; los griegos siguiendo su hábito discutieron hasta el infinito, sin hacerse problemas, comenzaba con el nacimiento y con la muerte se entraba en otra dimensión siempre y cuando se llevase la moneda para que Caronte el barquero del Hades, lo cruzara a la otra orilla; el pasado podían ser los tiempos imprecisos de Hércules, Aquiles o Troya, lo básico y elemental, principio y fin.

Sabían que como el sol todo vuelve, el pasado será el novedoso futuro y este el despreciable pasado, eran fundamentalmente lógicos. De los Judíos no se mucho, pero parecen tener un calendario infalible y auto ajustable que nunca tuvieron que tocar, comenzaron un día, vaya a saber cual y de allí le pegaron para adelante. Por eso es que son los que más años han juntado.
Por estas horas y faltando dos años es impresionante los millones de de divisas fuertes que se gastan en producciones, programas, artículos y pseudos investigaciones científicas para demostrar y convencer a gentes con graves problemas del día, acerca del “Armagedón”, el anticristo y el fin de los tiempos, todo debidamente avalado dicen los que no creen en ellas por las Sagradas Escrituras, Biblia le llaman.

Para cazar giles y parecer serios y creíbles no vacilan en mezclar falsos mensajes de Fátima, con Nostradamus, los mayas y misteriosos documentos de la secta judía de los esenios que siempre reaparecen en el momento que se los precisa, o misteriosos mensajes encriptados de Da Vinci, aquel frustrado inventor, que han reciclado en depositario y transmisor de los mayores misterios de la humanidad. De haber conocido y podido demostrar uno solo de todos los secretos que se le atribuyen, no hubiese tenido que deslomarse dibujando o proyectando para los poderosos de su época a cambio de un techo o un plato de comida.

Que se trata de un gran circo nadie que tenga dos dedos de frente puede tener dudas, pero ello no agota la cuestión ¿Por o para qué?
Nada se hace porque si, ni se gastan esfuerzos y dineros al cohete.

No se precisa tener larga barba, ni leer en antiguo arameo para saber que otra tremenda crisis económica mundial está en las puertas, cuando los mismos que provocaron la última están dedicados a solucionarla. Que el planeta está agitado como lo ha estado tantas veces desde que existe, nadie lo ignora. Que las ideologías políticas en boga son insostenibles, perversas y contraria al bien común y finalmente que hasta la paciencia de Job tiene límites, por eso le devolvieron con creces todo lo que le quitaron. El “Dios aprieta pero no ahorca” quedó desde entonces como moraleja.

Por hoy me quedo dónde estoy, esto va para largo. Es prudente que cada uno se pregunte y se conteste con los ojos y oídos muy abiertos, y la cabeza libre de prejuicios.
Como viene la mano presumo que esto va a dejar a muchos con el culo para arriba. Pareciera que los ismos serán recuerdo ¿a cambio de qué cosa?
Unicato lo llamaría un argentino politizado: Pensamiento, historia, creencias y moral únicos.

El primero en intentarlo que conozco fue Alejandro Magno unificando macedonios, griegos de Grecia y griegos de Asia, Babilonios, Fenicios y Persas y murió sin verlo. Pretendieron imitarlo los romanos y les costo su imperio. El hombre es libre para su beneficio o perdición y esto es irreversible. Cuando el fin llegue no nos vamos a enterar, únicamente hay avisos para que no lo encuentre del lado equivocado.

Será el segundo fin del mundo que me tocará superar y nunca se me pasó por la cabeza quedar para semilla ¿A usted?
Que más da que se lo lleve un volcán, una ola, la gripe o un loco corriendo picadas. Duele solo un instante después la parca cura todo no se siente más nada, ni importa si le falta un pedazo.

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