Una imagen que sintetiza la sesión preparatoria del llamado Nuevo Congreso.
Los dejaron solos y como estaba previsto se manearon con su propia baba venenosa. Venía demasiado bien para ser cierto. Casi, casi, pero no alcanzó; apareció la caballería al rescate, a pactar con dementes saqueadores condiciones de honor.
Hay que respetar la tradición dijeron y regalan la presidencia de la cámara que es la llave que la controla, a los que han hecho una tradición el gobernar diez años con la suma del poder público, a los que han hecho una tradición designar presidentes a dedo y sucederse marido y mujer en el cargo, a los que han llevado a la categoría de pacífica jurisprudencia la compra de legisladores o la asfixia de provincias para conseguirlos.
Estrategia política y parlamentaria le llaman.
Carrió sostuvo, en declaraciones a Radio Mitre, que el revés del kirchnerismo en la sesión del jueves en Diputados es "el inicio del desmoronamiento personal" del ex mandatario y declaró: "Ojala que no toque a la Presidenta de la República, porque me parece muy importante para mantener la institucionalidad".
Traducción al cristiano: opositores a don nadie y leales aliados de la tiranía representada por la ilegítima usurpadora, todo constitucional: Ejecutivo unipersonal, una sola responsable absoluta de cuanto se ejecuta o se deja de hacer. La que habla, ordena, firma y legaliza todas las violaciones y saqueos.
En arameo básico opositor: “La institucionalidad” es sostener la tiranía, para que nadie se entere que ellos no sirven para nada. Más claro echarle agua.
Los kirchner no son vivos ni capaces, lo demostraron; pero tienen enfrente un muro de imbéciles e hipócritas, jugando a opositores plenamente concientes de su incapacidad para tomar el toro por las astas y poner orden en la arena.
La bocanada de aire que precisaban hasta abril para destrozarlos. De aquí hasta entonces habrá muchos ladridos, fintas, denuncias, festejos y movilizaciones a cargo del coro de extras que también tiene derecho a cobrar un bolo, en esta última función del circo nacional. Lo dicho días pasados EL MIEDO SUBE, ya tapo cumbres cumbrecitas y bultitos.
¡Quiera Dios que me equivoque! Sería feliz reconociéndolo.
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