Hoy jueves 10 será un día para olvidar. Asumen los legisladores del “Nuevo Congreso y había proyectadas dos convocatorias, una en el Rosedal de Palermo y otra en la plaza del congreso.
Finalmente la prudencia y la vergüenza aconsejaron rejuntar las dos, sumar y amontonar nabos y perejiles.
La primera convocada hace meses sin convicción, por el cadáver de la mesa de enlace solo para hacer ver que existía.
La otra por Anónimos Anónimos para festejar el triunfo del 28 J, marcarle la cancha al nuevo congreso y aclamar a los legisladores que asumen.
Refundidas ambas convocatorias adhieren la UIA( Unión de los lechones Industriales de la teta del estado Argentino), Jubilados (¿) El Rabino (Narciso) Bergman y partidos políticos nonatos.
Habrá muchos figurones. señores y señoras haciendo facha. Es posible que la unión transitoria de empresas: Buzzi, Federación Agraria y la Corriente Clasista y Combativa aporten sus clientes desocupados y formaciones de campesinos nacionales, para darle el conveniente olor popular.
A falta del Coro Kennedy ¿amenizará algún conjunto folklórico o una nueva bandita ínter confesional? Mezclar es la fórmula de rigor.
Estarán consumando en solitario una vieja canallada, ilusionar o expresado correctamente estafar la fe pública en beneficio propio, el peor de los crímenes políticos. Serán los únicos y exclusivos responsables del estallido que ocurra antes o después.
A partir de hoy los convocantes del espanto no podrán juntar dos moscas ni empavonando plazas con dulce de leche, pero se conformaran rajándose las vestiduras escandalizados por la apatía del ignorante pueblo argentino.
Siempre hubo gente para todo, es inevitable, la manada que va a ir a aclamar y tirar flores a los nuevos legisladores en nada se diferencia de aquellos que saludaron la entrada de Calígula y Nerón; dejémoslos, van a suicidarse y eso es bueno, muy bueno, ¡buenísimo! ya apesta esta tierra con tanto agusanado dando vueltas.
Sin importar el resultado de estas convocatorias mi reflexión es la misma que hace tres meses: la respuesta es sencilla, aquel en quien se cree convoca, los otros espantan. Leer todo:
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