En Chile se investiga y se informan los resultados, lo que ocurra después es harina de otro costal, En Argentina ni se investiga ni se informa, por lo que el después no existe.
No puede extrañar que dos gobiernos que se dicen progresistas se topen con los mismos problemas. Uno parece que hace y después esconde, el otro sólo declama lo que nunca hizo ni hará
166.000 alumnos Durante el año académico 2006 con matrículas duplicadas (promovidos o reprobados en más de un establecimiento).
Inmediatamente se cambia el eje del problema, se trataría solo de una cuestión contable, un problema de privados tras los subsidios, una campaña de la oposición para golpear al gobierno. Son nuestros hermanos, hablan igual.
Suponer que lo que se ha comprobado en Chile en Argentina no ocurre es de una ingenuidad culpable.
Ahora si me queda claro el léxico, incomprensión de textos y carencia de una elemental cultura general que afecta desde la primer funcionaria hasta el más modesto notero o periodista, ministros y representantes. A veces tarda en revelarse la verdad, pero la hora siempre llega.
Ambientalistas contaminantes, Arquitectos que solo decoran su propio quincho, Economistas que desmantelan la producción, Médicos que matan, Ingenieros que no suman, restan ni calculan bien o ignoran como seleccionar los materiales que utilizan; abogados con dificultades para leer y entender, redactar o hablar y destruyen la ley y el derecho. Se explica todo. El papiro final con sellos y cintitas, es lo único que vale, los conocimientos huelgan; como se llega a el es solo cuestión de habilidad, recursos, el padrinazgo adecuado o tener una matrícula de repuesto. El fin justifica los medios.
Si con los productos de esta “educación-instrucción” vamos arreglar la casa, estamos en serios problemas. Dejó de ser una opinión, es una certeza. Hay solo una opción de hierro: son más brutos que una mula o diplomados de favor “ad honorem” Eso si todo legal, están colgados del sistema. El papiro lo certifica.
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