Un coro de gansos irresponsables llamó a otros a dialogar, porque no pueden ni saben proponer soluciones o temen exigirle al gobierno que termine con las provocaciones.
Han pasado más de cuatro años de sucesivos atropellos y conflictos, promesas incumplidas, siempre para terminar perdiendo más de lo que se había perdido.
Frente a la presión de una opinión fogoneada por el periodismo y la prensa mostrando el “cuco” del desabastecimiento que durante 13 días el gobierno, de vacaciones, no se preocupó en resolver, todos se anotaron en la comparsa del “llamado a la responsabilidad” partidos políticos dirigentes de la industria y el comercio, gobernadores, sesudos analistas, periodistas de espectáculos y deportivos, modelos, cupletistas de 4º y hasta el episcopado. Las entidades rurales tuvieron que tragarse el sapo, en realidad repugnante escuerzo.
Han pasado más de cuatro años de sucesivos atropellos y conflictos, promesas incumplidas, siempre para terminar perdiendo más de lo que se había perdido.
Frente a la presión de una opinión fogoneada por el periodismo y la prensa mostrando el “cuco” del desabastecimiento que durante 13 días el gobierno, de vacaciones, no se preocupó en resolver, todos se anotaron en la comparsa del “llamado a la responsabilidad” partidos políticos dirigentes de la industria y el comercio, gobernadores, sesudos analistas, periodistas de espectáculos y deportivos, modelos, cupletistas de 4º y hasta el episcopado. Las entidades rurales tuvieron que tragarse el sapo, en realidad repugnante escuerzo.
A tal señor, tal honor, por ello deben resaltarse la claridad y sinceridad de las declaraciones hechas por las cabezas de Confederaciones Rurales, Llambías y Roulet.
El gobierno concurrió con la papa caliente buscando a quien se la daba. No saben, no pueden ni quieren resolver el problema que crearon, pueden hacer cualquier cosa pero jamás pagar un costo político de sus propios errores, es su perfil, usureros prestamistas, solo ponen en la bolsa nunca sacan.
Las explicaciones sobre el “encuentro y diálogo” del jefe de gabinete estuvieron a la altura de su limitación intelectual y supino desconocimiento de todo. Prometió ocuparse de los pequeños y medianos productores ignorando como se los puede clasificar y garantizarles la rentabilidad de sus explotaciones. Un disparate que ni perdidamente borracho algún hombre de campo se le pasó por la cabeza, el riego permanente es parte su mundo, hasta que Fernández les promete garantizar que no haya granizo, inundaciones ni sequía, que llueva lo justo y en el momento adecuado, tantos mm. acá o allá, según hayan sembrado soja, girasol, maíz trigo o pasturas, en el momento y estación adecuadas. Que sea previsible el costo y existencia del combustible y las energía. Fletes diferenciales para los que estén en zonas alejadas. El que está lejos que se dedique a producir lo que puede vender sin trasladarlo mil o dos mil Km. por eso la tierra vale chirolitas en esos lugares. Progresismo a ultranza: derechos gratuitos para todos que como de costumbre terminan extinguiendo a los que dicen proteger.
En su demagógico delirio, aseguró rentabilidad en zonas marginales. Veremos trigales en los pantanos, desiertos y salinas. Ofreció lo que nadie puede dar y nadie ni delirando pide. El mensaje del campo es uno solo ¡basta de robarnos nuestro trabajo, queremos trabajar en paz sin socios mafiosos, sabemos lo que hacemos y como hacerlo! Zapatero a tus zapatos.
1 comentario:
entiendo tu bronca y lo que dices, pero no comparto tus ideas.
Creo que hay que buscar una salida para los pequeños pero pretender que las retenciones desaparezcan me parece que es muy desmedido. El problema quiza sea ese, uno promete que no habrá granizo pero el otro le pide peras al olmo. Que como dices en tu presentación es imposible que eso suceda.
No puede pedirse algo que no puede darse ni puede darse algo que no puede pedirse. Hay que ayudar si o si al pequeño pero separar la paja del trigo y no permitir que los grandes se aprovechen de esas ayudas.
saludos
Paloma Roca
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