Acerca de la corrupción

Un tema que ya satura. ¿Por qué cansa siendo tan importante?. Porque nunca pasa nada, todo sigue siempre igual o peor y de paso Ud. por aburrimiento no se preocupa ni le interesa más el asunto. Serán canallas pero no son tontos.
Como todos los actos humanos nadie comienza con lo grande, se va creciendo paso a paso, la repetición del acto se convierte en hábito y este se constituye en una forma de vida… ¡Pero yo no quería llegar a eso!, mentira, nadie llega donde no va; no olvidemos que el “camino del infierno está empedrado de buenas intenciones”.
Sorpréndase como comienza este “cursus honorum”.
-Veni Jorgito, dale un beso a la tía… ¿como que no? Mirá lo que tengo para vos...
-¿te gusta éste autito? Lo compré para vos, pero primero junta todo lo que desparramaste en mi cuarto.- Una pavada sin importancia estará pensando.¡Error!, no es pavada: ES COIMA o CHANTAJE y así todos los días, desde chiquitos.
En un periódico (Infobae) se publicó una medulosa encuesta de la Universidad de Belgrano que “demuestra” que más del 40% de los jóvenes de Bs. As, aceptan la corrupción y estarían dispuestos a ella, "chocolate por la noticia”. Se les quedo en el tintero informar como definían la corrupción y aclarar si la encuesta la hicieron con sus alumnos o en la calle. ¿En eso gastan recursos y esfuerzos? Si lo sabe todo el mundo, el sistema está armado para eso, se premia la viveza la rapidez la falta de valores y de escrúpulos, se desprecia todo lo que sea obligación y esfuerzo a nadie se le reconoce el mérito propio.¿Por qué sorprenderse?.
Si los que están arriba, “los que llegan” son los mayores inmorales y ladrones, ¿de que me sirve hacer buena letra?.
No hablo únicamente de “ellos”, todos pasamos por la misma escuela. Salga a la calle simplemente, vaya a un cine o un teatro muy concurrido en el que no haya entradas, ponga discretamente un billete en la ventanilla ¿y?. Está en una fiesta, un casamiento, pasa el primer mozo con saladitos, ¿un billetito no le asegura una buena provisión toda la noche? No se daría abasto con los ejemplos.
Vayamos a la médula del asunto: ¿de donde viene y que es la corrupción?, para enfrentar y vencer es necesario primero identificar, saber quien o que es y como llega. Sin un diagnóstico exacto no hay tratamiento posible.
En esto como en casi todo: “los puntos sobre las íes”.

La llamada corrupción es una gran bolsa donde entra todo, y cosas que tienen nombre propio. Comencemos por el código Penal con el que se va a sancionar a los culpables, ¡sorpresa!, sólo existe la corrupción de menores porque todos los actos que incluimos en la corrupción tienen nombre y apellido; Robo, Estafa, Defraudación, Incumplimiento de los deberes de funcionario público etc. etc.
Es feo que lo llamen ladrón o estafador, lo de corrupto parece más liviano, hasta tiene más “prestigio”, un corrupto o tiene poder o es amigo del poder, además tiene fortuna. Los corruptos no son pobres, los ladrones en general si, hay una gran diferencia ¿no?, sobre todo si más del 40% de los jóvenes lo avalan. Dan ganas de preguntarse quien es el “sponsor” de la Universidad de Belgrano. La corrupción es propia de los organismos vivos cuando han perdido la vida. No se corrompen el hierro, la piedra o el agua, se corrompen los animales sean humanos o no y las instituciones u organizaciones que ellos crean e integran: estados, partidos políticos, sociedades etc. Y la condición necesaria es que estén muertos. Y ojo porque están los cuerpos muertos que se corrompen, y los espíritus muertos que también se corrompen aunque el cuerpo siga funcionando.
¿A dónde vamos?. A que la corrupción no viene de afuera, comienza adentro. La corrupción de los cadáveres no es obra de la llamada “fauna cadavérica” (moscas, gusanos, larvas etc.) Ellos aparecen por la descomposición de los órganos y tejidos, que les brindan el medio y las condiciones adecuadas para su desarrollo.
La corrupción comienza cuando se abandonan los valores éticos y morales, una vez desaparecidos, muertos, todo es posible todo está bien, no hay más limites que no sean los de la propia ambición y autosatisfacción.¿Cómo se la combate entonces? Hacia afuera, enfrentando a todos los iconoclastas que demuelen los valores éticos y morales y los que predican el derecho a todo, y califican como delincuentes discriminadores a los que se oponen; si típicamente “nazi-fascistas” como dicen siempre ellos. Y hacia adentro, limpiando la casa de basura y amurallándola contra esta prédica disolvente. No es un programa de vida fácil hay dos opciones: siga en la fácil y no se queje o haga carne que “al que quiere celeste que le cueste”.-