Seguí, seguí…. PUM…. ¡Rápido! la policía, bomberos ambulancias, policía metropolitana, helicópteros, defensa civil, derechos humanos de la ciudad, psicólogos etc. a despejar la estación de heridos y muertos y a tapar todo.
Solo son cuatro renglones que contienen una catástrofe anunciada y el penoso peregrinar de cientos de familias en busca de sus parientes supuestamente incluidos en listas por algún idiota, si, le llamo idiota al que lo hizo y al que decidió que habia que hacer, idiotas con todas las letras, incapaces de ordenarlas alfabéticamente y centralizar la información; mandaron una lista a cada hospital para perfeccionar el vía crucis.
Bastantes problemas nos han causado estos irresponsables que pretenden bajar rápido para llegar a su trabajo amontonándose en los primeros vagones (Secretario de transporte Schiavi)
Decía en un artículo anterior que no fue accidente sino soberbia falta de respeto y lo que siguió; reproduciendo a Cromagnon fue lo mismo.
Desde la ciudad les pidieron disculpas a los familiares de aquella carnicería por haberles abierto una calle que cerraron de “prepo” para utilizarla como santuario privado, pero no escuche una sola disculpa a los que invirtieron días y noches en recorrer hospitales y morgues desparramados en toda la ciudad, pidiendo prestado para viajar en taxis y remises
Me permito respetuosamente suguerir a quienes ven estos penosos espectaculos por TV dejar su posición de espectador y meterse en la piel de los afectados, como viene la mano, algún día le puede tocar, sea quien sea o se llame como se llame. Es una sana practica de humildad para vacunarse contra la epidemia de soberbia cada tanto bajarse del caballo y hacerse modesto infante,olvidándo el: "eso le pasa a otros"
Desconfío que ahora estén todos, porque muchos pudieron viajar sin que sus familias si la tienen lo supieran.
Cuando por casualidad se encontró a la última víctima porque solo buscaban un bolso, no se rastrillo todo el tren ni las vías, incluso esos misteriosos sitios absolutamente prohibidos para los pasajeros (según la ministro Nilda “cabernet” Garre) que pueden viajar en los techos o colgados de las puertas abiertas.
La instrucción fue terminante: sacar el cuerpo a escondidas y rápido tapar todo, acá no pasó nada.
La señora se va a Río Gallegos y quiere dejar todo cerrado no puede perder tiempo con estupideces.
No quiero ser mala leche ni buscar el pelo en el huevo, pero algo me dice que no es cierto que en un pasaje de más de 1500 personas con 700 heridos y 50 y tantos muertos el 100% tuviesen familias estables constituidas con padres madres hermanos hijos tíos y cuñados, en la que todos saben siempre donde está cada uno.
Que nos tomen por idiotas es una cosa, que lo seamos es otra.
De cualquier manera es casi anecdótico, si no es por un imprevisto, jamás se sabrá.
Seguí, seguí no seas maricón
No quiero ser mala leche ni buscar el pelo en el huevo, pero algo me dice que no es cierto que en un pasaje de más de 1500 personas con 700 heridos y 50 y tantos muertos el 100% tuviesen familias estables constituidas con padres madres hermanos hijos tíos y cuñados, en la que todos saben siempre donde está cada uno.
Que nos tomen por idiotas es una cosa, que lo seamos es otra.
De cualquier manera es casi anecdótico, si no es por un imprevisto, jamás se sabrá.
Seguí, seguí no seas maricón
3 comentarios:
Durísimo y sin concesiones, es lo mejor que he leido, hay pocos seres humanos sensibles escribiendo
delincuentes en el poder asi no vamos a ningun lado
Que "la señora" se vaya a donde quiera; nadie puede dudar que es una mentirosa, socia continuadora del estafador "dado por muerto" sin que le conste al pueblo: jamás se mostró su cadáver.
En cuanto al "accidente" ferroviario de Plaza Once, tampoco puede haber duda de que el culpable es el motorista (conductor del tren). Responsables son la empresa ferroviaria, los organismos de control estatales y el Poder Ejecutivo Nacional, del cual depende "la concesión" otorgada. Razón demás si se incumplieron o violaron normas de "Licitación Pública" vigentes.
Todos sabemos que "los frenos no funcionan" ni en el ferrocarril ni en el Estado: Policía, Juzgados, Ministerios, Legisladores, Gobernadores, Municipios, sindicatos y multiplicadas Organicaciones Sociales colaterales del gobierno, avanzan acelerando con imprudencia hacia la inexorable colisión.
¡Víctimas fatales serán todos los ciudadanos argentinos!.
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