Esta vez jugaron un partido perdido para todos los expertos, con todas las estadísticas en contra; el resultado no se dió, pero lo ganaron intentándolo y ganaron a pura fuerza y convicción.
Ganaron solos sin frentes o alianzas ni pedir prestados jugadores o pateadores solo con la azul y blanca, la de siempre la nuestra la de todos.
No somos los mejores ni pretendemos serlo, basta con que nos conozcan y respeten.
No es casual todo parecido con nuestra realidad, fue una necesaria lección de dignidad, peleada hasta más allá de un posible milagro.
Gracias por el ejemplo: si se quiere se puede, basta ser distintos e ir con lo propio. Sobran recursos humanos en esta tierra solo nos falta la oportunidad de mostrarlos cuando desaparezcan definitivamente los fracasados.
Hasta luego Don Mario Ledesma, los grandes no se van
1 comentario:
Sencillamente fantástico su post, reenvío a Nueva Zelanda
Desde San Isidro, José María
Publicar un comentario