No soplen que se caePaso de ser pronóstico o especulación teórica a ser realidad; los que viven en la burbuja o en el microclima de pronósticos económicos y electorales no lo pueden ver hasta que las consecuencias les rocen los puños de las camisas o los despeinen como el mayor daño que pueden esperar, son necesarios eslabones de una larga cadena que para funcionar debe estar entera.
No se trata si están vinculados a Mejicanos, Colombianos, si reapareció Yabrán o los brigadieres mercachifles que sucedieron a los verdaderos héroes de la Fuerza Aérea, que cayeron en combate o fueron retirados como apestados. Estos siempre estuvieron en Ezeiza, Aeroparque, Southern Winds y las flotas aéreas privadas al servicio de gobernantes, políticos, empresarios y el puticlub del espectáculo, yendo y viniendo sin controles o en los negocios inmobiliarios: construyendo hoteles, barrios privados o en la compra y venta de tierras, en esta banda y la otra del Plata; las tintorerías del sistema.
El camino para llegar no es difícil un paso lleva al otro, hace dos años publique un artículo sobre el tema que considero oportuno reproducir. Falsa modestia aparte creo que es útil su lectura y más aún del libro que lo inspiró, si no lo creyese jamás hubiese oprimido una tecla./1)
La cuestión no es como se llega sino como se sale, cuando esta todo contaminado por una banda que solo hace negocios personales, gente simpática para todos porque no defienden posiciones que puedan provocar confrontaciones, tienen un huevo en cada canasta y no le hacen asco a nadie ni a nada.
¿Será esa la razón por la que tantos llaman estado de derecho al estado de demolición y con prudencia republicana se oponen a contener a los que destruyen? Tolerancia, diálogo y consenso son los argumentos.
No hagan olas o no soplen que se cae; son la mejores expresiones que los definen.
(1)De Honduras a la Reina del Sur
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