POLÍTICA DE TIERRA ARRASADA
Hacen un desierto y lo llaman paz. Tácito, Anales.
Reiteradamente ha sido opinión de ésta página, que de todos los males de este gobierno es el peor, porque no se ve ni se siente, hasta que aparecen las consecuencias. Deuda, inflación, negociados con ser gravísimos pasan, la destrucción del entramado social de la producción, el trabajo, el comercio quedan. La desaparición de valores morales y éticos no se recupera. Donde había bosques y fértiles praderas queda un desierto con alimañas, piedra y cizaña.
Lo vivimos con Perón, todos sus abusos fueron superados por sus sucesores, quedó indeleble la destrucción de la cultura del trabajo y el esfuerzo, la migración interna a las grandes ciudades y el irrecuperable proletariado urbano, desarraigado de su cultura y tradiciones.
Una tierra solo gobernable con los mismos métodos y herramientas. El As en la manga para asegurarse la permanencia e impunidad.
Aparecen a la vista brutalmente, como ejecuciones múltiples, las consecuencias del paso por el ministerio de Salud del Dr. La Muerte, Gines González García premiado con la embajada en Chile, la industria del genérico trucho, falsificación de medicamentos, improvisados laboratorios y droguerías, invasión de cadenas farmacéuticas mejicanas.
Se insinúa la herencia siniestra del actual ministro de Seguridad y Justicia, El Dr. Aníbal Hipócrita Fernández y sus estadísticas falsas, narcotraficantes y consumidores impunes. Hoy dedicado “tiempo completo” a embarrar las informaciones con mil versiones y pistas falsas. Ambos fieles ejecutores de las políticas de los Kirchner.
Constructores de la logística que asegure la invasión y consolidación del narcoterrorismo. Los funcionarios conviven y medran con el,son sus clientes de privilegio.
Ya han debutado en acción, espontáneas brigadas antipaco en villas y asentamientos marginales es la ley de la selva: “matar o morir”, que reemplaza y sustituye naturalmente a la autoridad y el derecho inexistente, se organizarán y serán demonizadas como todas las consecuencias para encubrir las causas, ocurrió con los paramilitares de Colombia o los escuadrones de la muerte en Brasil. Aparecerán brotes xenófobos furiosamente exterminadores de bolivianos, peruanos, paraguayos y chinos. De antiguo se sabe que la culpa no la tiene el chancho sino quien le da de comer.
Una simple cuenta para que se pregunte por donde circula tanta materia prima e insumos para las cocinas que nadie la ve. Con 100 Kg. de Hoja de coca, se saca 1 Kg. de pasta, que tras varios lavados se reduce a 450 g. de pasta base, una masa de sulfato de cocaína, otros alcaloides e impurezas -kerosene, alcohol metílico y ácido sulfúrico-. De 1 Kg. de pasta base se obtienen 300 g. de clorhidrato de cocaína, para obtener 1 Kg. de clorhidrato de cocaína se usan de 900 a 1500 litros de kerosene. Aprovechando el fin de semana lo invito con información actualizada sobre la cuestión acerca de la que improvisan la Presidente y su delegado en el área el Dr. Aníbal Hipócrita Fernández. Las consecuencias nos alcanzarán a todos.
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