octubre 02, 2007

Puede ocurrir y puede que les convenga que ocurra

Me refiero a un verdadero Apocalipsis Argentino, su posibilidad está en el aire, se lo huele; de solo pensarlo y escribirlo me repugna que hayamos podido llegar a estos extremos y se barajen estas “soluciones” más allá de todos los límites de lo posible y las más negras fantasías.
He leído un artículo publicado el 27/9 en
www.notiar.com.ar que transcribo, en el que pinta sin concesiones, un panorama que en reiterados artículos he sugerido. Simplemente dice con todas las letras lo que se sugiere o insinúa en todas las páginas de opinión, lo que todos saben o presienten y se resisten a aceptar.
Están las formaciones irregulares, las armas, la anarquía administrativa, económica, política y social. Las prácticas de gimnasia Revolucionaria diarias, en todos los centros urbanos y rutas Las FFAA esterilizadas y atadas por la reglamentación de la ley de Defensa Nacional; las de seguridad desmanteladas. La bronca y la rabia a punto de estallar en todos los sectores, un país poblado por fieras acorraladas por el engaño, la injusticia y el desprecio. ¿Cree usted, que falta algo, para opinar que no es para tanto?

Probable evolución de Argentina: ¿Apocalíptica?

Reuniendo información de numerosas fuentes y tras el análisis detallado de los datos mediante un cuadro de situación con distintas variables y factores incidentes, es de prever para finales del presente año y principios del 2008 que ocurra una fuerte crisis económica, financiera y política en la Argentina dónde no se descartan medidas similares al corralito bancario, devaluación, hiperinflación, retención de plazos fijos y estallidos sociales.
La crisis financiera producida por el gasto público, el endeudamiento estatal, el incremento de la carga impositiva, la constante transferencia de divisas al exterior y la caída de la producción traerán aparejadas indefectiblemente una grave situación en la industria, la construcción y el comercio, cerrándose y/o quebrando muchas fuentes laborales, cuestión que producirá una avalancha de desempleados en todo el país.
Los saqueos, cortes de ruta, manifestaciones violentas y reclamos estarán a la orden del día en las principales ciudades argentinas, y en particular se destacarán los actos vandálicos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
La población que ya posee una gran gimnasia política y de reclamos civiles efectuados durante la reciente crisis de 2001-2002, dónde diariamente hasta los ancianos y discapacitados arremetían contra las entidades bancarias y gubernamentales arrojándoles piedras, bombas de pintura, palos y cuanto objeto contundente tenían a su alcance, en esta futura coyuntura aumentarán el nivel de violencia gracias al sentimiento de impunidad y justo reclamo que experimentan.
Las manifestaciones y cortes de ruta ya no son exclusivos de los militante políticos, solo basta presenciar los actos en contra de las papeleras uruguayas o los reclamos sobre la educación, para constatar la existencia de nutridos grupos de adolescentes y embarazadas con pancartas, sin extrañar a ningún espectador que los niños jueguen al fútbol en una calzada cortada por sus padres.
Esta pérdida del miedo sobre lo que puede llegarles a suceder era impensada hace tan solo una década atrás, y mucho más irreal si se tiene en cuenta de lo irresponsable que es colocar a una indefensa criatura como escudo humano.
La policía Federal se verá desbordada y será incapaz de controlar a los manifestantes, ni siquiera aplicando la mayor fuerza represiva. Es menester recordar que hace pocas semanas durante un acto de la Agrupación Quebracho fue detenido (y a las pocas horas liberado) el asesino de José Ignacio Rucci, el Montonero Roberto Perdía. En dicha oportunidad efectivos policiales fueron agredidos con armas de fuego, uno de ellos herido con un disparo en la cabeza, lo que incrementa el nivel de alerta a una escala superior.
La Gendarmería Nacional y la Prefectura Nacional Argentina trabajarán coordinadamente con la PFA, pero tampoco podrán contener los avances cada vez más enérgicos de la civilidad, la que muy por el contrario de sentirse con pánico ante las muertes y heridos que sucederán, aunarán sus fuerzas exigiendo venganza popular.
Los barrios cerrados, country y edificios de alto perfil ya no serán refugio para las sociedades privilegiadas, siendo muy posible que algunos de ellos sean tomados por asalto por grupos armados. Recordar cómo se tomó la ESMA recientemente y los destrozos que allí se hicieron, ante la impávida mirada de los marinos.
El rol de los medios de prensa será vital, sobre todo las cadenas nacionales generadoras de noticias y formadoras de opinión (Crónica TV, TN, Canal 26, Infobae.com y Radio 10), las que luego serán retransmitidas en cuestión de segundos por los demás medios radiotelevisivos, generando un estado de ánimo peligrosamente contagioso.
La Casa Rosada al desbordarse todo intento de represión y control, aplicará el estado de sitio recurriendo al auxilio de las Fuerzas Armadas mediante decretos de máxima necesidad y urgencia. La división más grande se producirá en el Ejército Argentino, dónde los cuadros se separarán entre leales y opositores (entre éstos últimos se encuentra la gran masa de los retirados), siendo afines a la presidencia sectores de la Fuerza Aérea y parte de la Marina.
El estado de guerra popular durará varias semanas, tras lo cual llegará apoyo material desde Venezuela y Bolivia al agonizante gobierno argentino, y será común ver entre los cuadros leales a paramilitares chavistas y bolivianos, regionalizando la situación y colocando a la Argentina en la balcanización de sus provincias, efecto dominó que culmina en la escisión territorial.
Gentileza de Ricardo M. Cardoso para
NOTIAR

No puedo afirmar y me resisto hacerlo, por un último resto de ingenuidad, que sea un plan preconcebido, simplemente me costa que se han dado todos los pasos y preparado las herramientas para que sea. Llegará el día que estando todo listo y a la mano, ante la caótica avalancha que se viene, se preguntarán ¿por qué no usarlas? Para culpar y decapitar a todo el que se oponga o resista y justificar que no es culpa de ellos mismos.

¿La solución? Ya la expuse: Rece si sabe y si no aprenda. Hay un solo Dios, no importa como lo llame ni en que lengua le hable. “A Dios rogando y con el mazo dando”

Como reflexión final, pase o no pase; sería muy positivo que en adelante sepamos que estuvimos ¡al límite! Y es la segunda vez en 30 años. ¿Seguiremos especulado si no hay dos sin tres o la tercera es la vencida? Es demasiado para desafiar a Dios o a la suerte, según lo que crea.

No es solo por culpa de los que no tienen límites, sino por culpa de todos los que olvidamos, por comodidad, que hay un límite para tolerar el absolutismo y el atropello a los principios que no son comunes, los que nos hacen parientes, pueblo y Nación. Y en especial de los “idiotas útiles” del diálogo, el consenso, la participación, la tolerancia y el falso respeto.
Espero; aún sin tener quizás clara conciencia de lo que quiero; que lo que tenga que ser, ¡séa! Vivos y haciendo o muertos y enterrados, Para agonía y velorio, ya es demasiado.

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