Un ingenio notable que sirve para salir un rato del vértigo y recargar las pilas. Pone en evidencia el grado de locura al que hemos llegado, será sin duda superado en breve, con la información de mañana; la aceleración es tal que no se ve el pasado, el presente ya es pasado, de donde el futuro es el ahora; ni tan siquiera, dentro de un ratito, el mañana casi inconcebible y la próxima estación o año una utopía.
Quizás sea el momento de sacar el pié del acelerador, antes que al decir de los españoles, nos pasemos catorce pueblos y el punto de “no retorno.
Lamentablemente mis conocimientos de física son básicos, de lo contrario, continuar exprimiendo el razonamiento me llevaría a alturas de fantasía.
No obstante el sentido común me dice que todo tiene un límite, a partir que habiendo sido todo creado, si hay un principio, tiene que haber un fin. Conocimos la barrera del sonido que parece era ¡pum!, existe la de la luz, que no está claro si es barrera o ¡PAM y al carajo!
Pareciera que nuestro pensamiento y curiosidad están punto de romper la del tiempo, esa que la velocidad a la que avanzamos lo comprime hasta hacer coincidir pasado, presente y futuro.
Es casi seguro que alguien lo dijo o lo pensó, ni me “tinga”, porque no le encontró explicación a ése más allá del tiempo y como tampoco la voy a encontrar en razón que hay un punto que la física, deja de ser realidad objetiva, se interna en la teoría y para seguir adelante necesita el bastón de la filosofía y la teología, para no entrar en el delirio y esas disciplinas solo me conocen de vista. Le dejo la cuestión para el fin de semana, vale la pena, al menos para comprobar cuanto se ignora y que hay conocimientos más útiles e importantes para acomodarse en la vida, que el precio del tomate, el índice de inflación o el último vómito del tirano y su mujer.
Quizás sea el momento de sacar el pié del acelerador, antes que al decir de los españoles, nos pasemos catorce pueblos y el punto de “no retorno.
Lamentablemente mis conocimientos de física son básicos, de lo contrario, continuar exprimiendo el razonamiento me llevaría a alturas de fantasía.
No obstante el sentido común me dice que todo tiene un límite, a partir que habiendo sido todo creado, si hay un principio, tiene que haber un fin. Conocimos la barrera del sonido que parece era ¡pum!, existe la de la luz, que no está claro si es barrera o ¡PAM y al carajo!
Pareciera que nuestro pensamiento y curiosidad están punto de romper la del tiempo, esa que la velocidad a la que avanzamos lo comprime hasta hacer coincidir pasado, presente y futuro.
Es casi seguro que alguien lo dijo o lo pensó, ni me “tinga”, porque no le encontró explicación a ése más allá del tiempo y como tampoco la voy a encontrar en razón que hay un punto que la física, deja de ser realidad objetiva, se interna en la teoría y para seguir adelante necesita el bastón de la filosofía y la teología, para no entrar en el delirio y esas disciplinas solo me conocen de vista. Le dejo la cuestión para el fin de semana, vale la pena, al menos para comprobar cuanto se ignora y que hay conocimientos más útiles e importantes para acomodarse en la vida, que el precio del tomate, el índice de inflación o el último vómito del tirano y su mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario