octubre 18, 2007

Lo que callan los medios debe saberse

Carta al Arzobispo de Córdoba Mons. Carlos J. Ñañez

Es gracioso: Un infeliz que ofende a más de 2.100 millones de Cristianos es un “artista”, y los que defendemos lo más amado y sagrado, de nuestra fe, y estilo de vida somos “fanáticos”. Algo anda mal su Eminencia. Si este “tinterillo de cuarta” tiene tanto valor; ¿porque no hace una exposición ridiculizando a Mahoma, u orinando la Estrella de David?. No lo hace porque es un repugnante cobarde; porque sabe que “ese mismo día no tendría manos para pintar, o sería calificado de antisemita con un escándalo internacional sin precedentes, y no podría exponer nunca más sus inmundicias ni en el baño de un cine. Porque en esos credos, tienen Jerarquías “que cuidan de ellos”. En cambio con los Católicos, se puede hacer y decir cualquier cosa por la indiferencia, o cobardía de sus pastores..
ALEJANDRO JULIO ALIAGA

La información es extensa por lo que remito al lector a la única fuente que la publicó, por mi parte el texto del articulo publicado el 16/10/07 que se puede leer en esta misma portada, sin conocer estos hechos, es muy claro. De las fieras todos sabemos que conducta se puede esperar; los cobardes, ¿por qué no cómplices? son impredecibles. Los tiranos, los candidatos, dirigentes, periodistas y medios de prensa brillan por su ausencia en medio de esta negra noche argentina, junto a la Conferencia Episcopal los últimamente tan comedidos lobos con piel de oveja que cuidan el rebaño. No puedo evitar recordar al vicario castrense ¿esto no es ése escándalo, que amerita atarse una rueda de molino y tirarse al mar? O recordar la reciente afirmación de Benedicto XVI: "ningún precio es demasiado alto para defender la verdad".

Es sólo otro paso, vienen más, que desnudarán la mentira de la tiranía y la complicidad de los disciplinados opositores.
Nuestra guerra no es contra los molinos de viento que levantan los embaucadores, ni en defensa de “instituciones, repúblicas o sistemas políticos de gobierno” que se destruyen o suprimen por decreto, por mayorías regimentadas o reformas constitucionales, nacidas de fraudes preelectorales.
Defendemos nuestras tradiciones, nuestra creencias y nuestra Fe contra quien sea, porque están teñidas con la sangre, el sacrificio y el testimonio de cientos de generaciones de nuestros mayores, que junto a la vida nos dejaron una sagrada herencia; poco importa que venga de las derechas o las izquierdas, dos caras de la misma moneda.

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