agosto 06, 2007

Una emergencia: Cambiar o comprar tiempo

Todos los argumentos que se esgrimen en relación a las próximas elecciones generales de Octubre y los supuestos candidatos conducen a ésta disyuntiva; o se cambia al Régimen eligiendo una alternativa o se compra tiempo hasta que se den las condiciones para rehacer la nación.

Escribí Régimen ex-profeso, no se trata de cambiar nombres, figuritas, métodos o ideologías, limitarse a ello es la puerta de entrada a volver por más de lo mismo a muy corto plazo. El cambio debe alcanzar al sistema y a la mentalidad que ha permitido la llegada de estos que es vital desalojar.

Honestamente no veo que las condiciones estén dadas, ni en la mentalidad de los dirigentes ni en la de los ideólogos asesores y analistas, que calientan orejas. La alternativa es comprar tiempo, derrotando a los que están sin esperar soluciones, con detener a los depredadores; diría que ya es mucho. Asumiendo que de lo que se promete a la realidad habrá un abismo.
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Sin duda sería más limpio y honesto que los “aspirantes” pusieran blanco sobre negro en lugar de recurrir a palabras huecas y demagógicas promesas a sabiendas que son imposibles de cumplir. Lo que ocurre en la ciudad de Bs. As. es sólo un anticipo de lo que ocurrirá en la Nación.. Es la primer olla podrida a presión que se destapa y hay cientos.

Se presenta todo tan fácil y sencillo, que sería un exabrupto prometer sangre, sudor y lágrimas, que es lo que se debiera estar haciendo y explicando el porque. No es fórmula para cosechar votos, es el único método para demostrar honradez, recuperando credibilidad y confianza que es el hambre famélica que padece el país; es la necesaria condición para recuperar paso a paso lo que hemos perdido.

Hay que tener un par de cojones bien puestos, honor, dignidad y llamarse Winston Churchill para hacerlo; sin olvidar que sin las bombas alemanas sobre Londres, la opinión pública y las mayorías populares lo hubiesen echado en plena guerra, como hicieron cuando terminó.

El poder ejercido en orden al bien común, es soledad y desagradecimiento. Cuando hay tantos aspirantes a tan duro futuro; debe sospecharse que es el bien personal y no el común, el objetivo.

Decretos de necesidad y urgencia y manejo discrecional del presupuesto, sólo son dos aspectos de los que nadie podrá prescindir para gobernar un país desvastado, en el que la norma, es insuficiente, inaplicable o inexistente. El respeto por la separación de poderes, seguirá en entredicho, no puede alcanzar a consentir la existencia de poderes corruptos.

Esta es la realidad que vendrá, repetición de la de ayer, cuando por aparentar un estado de derecho y hacer invocaciones democráticas, para aliviar la presión internacional, las FFAA ganaron una guerra, que solo se reconocía como tal en órdenes reservadas, y se perdió la Paz, objetivo y razón de ser de toda guerra.

De prolongarse el actual régimen desvastador, en menos de cuatro años, habrán condicionado todo de tal manera que no habrá marcha atrás, nadie podrá gobernar. Consolidar las instituciones, le llaman. Su mentor y prestamista, Hugo Chávez le marca el camino. Por eso que un estallido con baño de sangre incluido, de todos contra todos, que meta miedo; asoma en el horizonte y dejó de ser un pronóstico tremendista del que suscribe.

Menuda responsabilidad señores “dirigentes aspirantes y formadores de opinión” Acá no existen “complots” planes, ni jefes golpistas, la subversión y el terror hoy es patrimonio hegemónico del estado. No se debe olvidar que el terrorismo, utiliza indistintamente, balas bombas y mentiras, Será espontáneo, sin dirección ni método; eso es precisamente lo que lo hace temible, más aún si se le suman las “formaciones irregulares armadas” mimetizadas en la geografía nacional y en toda la frontera norte, que no son imberbes idealistas, sino asesinos apátridas y mercenarios veteranos, al estilo de aquellas “brigadas internacionales” conducidas políticamente por Moscú y armadas por el Kennedy embajador de USA en Londres.
Las condiciones están dadas, me aferro a la misericordia de Dios, Señor de la historia, que es quien dispone por sobre los mejores planes, para que nos de la oportunidad y la luz del conocimiento y la prudencia a todos para no desaprovecharla.




1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias por el placer de disfrutar de una opinión